El movimiento talibán, tomó el control de la nación el pasado 15 de agosto en medio de la renuncia de Ashraf Ghani, quien huyó a EAU
Londinenses marchan este 21 de agosto bajo el lema Liberen a Afganistán, sancionen a Pakistán en referencia al presunto apoyo que este último país brinda a los nuevos dirigentes afganos.
El pasado 15 de agosto, los combatientes del movimiento talibán (proscrito en Rusia como terrorista) tomaron el control de la nación, mientras desde el Palacio Presidencial, Ashraf Ghani anunciaba su renuncia. Abandonó el territorio junto a su esposa y asesores. Días después se conoció que se encuentra en Emiratos Árabes Unidos (EAU).
De inmediato el poder quedó en manos del jefe del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional, Abdulá Abdulá y el expresidente Hamid Karzai, quien más tarde entregó el poder a los talibanes.
Sin embargo, el 17 de agosto el primer vicepresidente Amrullah Saleh, se declaró como jefe de Estado interino de acuerdo a la Carta Magna.
«Según la constitución de Afganistán, en el caso de ausencia, fuga, renuncia o muerte del presidente, el primer vicepresidente se convierte en el presidente interino. Actualmente me encuentro en mi país y soy legítimo presidente interino», escribió en Twitter.
Un informante del medio ruso, informó que las fuerzas de Saleh recuperaron de los talibanes la zona de Charikar, aunque los combates continuaban en la provincia vecina de Panjshir.
Los talibanes prometieron un «traspaso completo» del poder informaron que en los próximos días sostendrían negociaciones para formar «un Gobierno transparente, inclusivo e islámico».
En el Aeropuerto Internacional Hamid Karzái de Kabul, continúan las evacuaciones de afganos y extranjeros.
