Los efectos adversos más comunes son trastornos generales y problemas en el sistema nervioso y musculoesquelético
España suma 300 muertes relacionadas con la vacuna contra el COVID-19, cifra que representa un porcentaje de 0,0004% frente a las 66.8 millones de dosis aplicadas, informó la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
«Hasta el 5 de septiembre de 2021, se han administrado en España 66.835.878 dosis de vacunas contra el COVID-19, habiéndose registrado 41.751 notificaciones de acontecimientos adversos», reza el octavo informe sobre farmacovigilancia de las vacunas contra el COVID-19 del organismo.
Entre los eventos adversos que representan 0,06%, 8.515 o 0,01% fueron considerados graves y 300 o 0,0004%, tuvieron un desenlace fatal.
Los trastornos generales, como fiebre y dolor en la zona de vacunación; problemas en el sistema nervioso (Cefalea y mareos); y afectación del sistema musculoesquelético (Mialgia y artralgia) fueron los trastornos más frecuentes.
Para la AEMPS, un acontecimiento adverso es cualquier suceso que se presente luego de ser inmunizado «sin que exista la sospecha de que la vacuna pueda haberlo originado, ya que puede tratarse de problemas médicos que coinciden en el tiempo».
En concreto, el fallecimiento de una persona luego de ser vacunada contra el COVID-19, también puede ser provocada por la situación clínica previa o por la ingesta de tratamientos.
«La vacunación no reduce las muertes por otras causas diferentes al COVID-19, por lo que durante la campaña de vacunación es esperable que los fallecimientos por otros motivos diferentes sigan ocurriendo, en ocasiones en estrecha asociación temporal con la administración de la vacuna, sin que ello tenga que ver con el hecho de haber sido vacunado», explicó el ente.
