Algunos productores, inyectan la carne para hacerla parecer más tierna, exponiendo a las personas a ingerir glutamato monosódico o colorantes
Si eres amante del pollo, deberías saber que la mejor opción para consumirlo -sin afectar la salud- es asado y no frito, obviamente porque la cantidad de colesterol disminuye.
El pollo asado o rostizado, tiene menos grasa, siendo una alternativa perfecta para llevar una dieta saludable. No obstante, se debe tener cuidado al comprarlo en el supermercado porque casi todos los productores le inyectan una solución para que la carne sea más tierna, reseñó Sputnik.
En este punto el problema radica en que el pollo, puede contener gran cantidad de azúcar y en el peor de los casos, sustancias como glutamato monosódico o colorantes.
Aunque el pollo es un alimento dietético, aporta cerca de 90 miligramos de colesterol por cada 100 gramos si se ingiere con piel.
En cuanto a la condimentación, se debe tener cuidado porque algunas marcas lo venden con sal, es decir, la cantidad de sodio puede llegar a los 279 miligramos por 85 gramos, equivalentes al 19% del límite de consumo diario.