Por falta de fármacos, naciones alargan la aplicación entre la primera y la segunda dosis e incluso reducen el volumen del tratamiento
La Organización Mundial de la Salud (OMS) instó este 7 de enero a los países europeos a flexibilizar el tiempo entre la primera y segunda dosis de la vacuna contra el COVID-19, desarrollada por la farmacéutica estadounidense Pfizer y su socio alemán BioNTech.
La sugerencia fue hecha por el director general para Europa del organismo, Hans Kluge, debido a que algunas naciones de Europa como Reino Unido ampliaron el espacio entre la primera y la segunda dosis hasta 12 semanas para contrarrestar el bajo suministro, llegando incluso a reducir el volumen del tratamiento.
Para Kluge, es indispensable que haya equilibrio entre aprovechar los suministros limitados y proteger la salud de las personas.
Pfizer y BioNTech informaron que aún no tienen pruebas de la protección que pueda ofrecer su fármaco, si la segunda dosis se aplica más de 21 días después de la primera.