Se está gestando desde hace un rato una revolución a plena vista, comenzó por la economía, desde las pequeñas transacciones de principios del 2000 hasta este 2020 se han movido (y siguen) inmensas cantidades de dinero que no pasa por bancos ni es fiscalizado, pechado ni auditado por nadie más que sus propietarios, ha tardado casi veinte años pero ya está ocupando espacios importantes de la economía global antes vedados, la única problemática para que esta haga una explosión aún más fuerte es la ignorancia acomodaticia de las mayorías, subyugada a los bancos y a las fuerzas económicas que limitan la movilidad de nuestros capitales, los de quienes no tenemos grandes cantidades porque los millonarios tienen contadores y abogados que se conocen todos los recodos de la ley cuyo trabajo es inventar ficciones creíbles para evitar los mismos muros de contención que tienen los poseedores de modestas cantidades, esos que quieren hacer transacciones en el mercado global, hoy al alcance del dedo en nuestros dispositivos móviles o PC, con el criptocomercio se acaba el drama de sistemas de pagos con grandes comisiones que afectan gravemente la cantidad final, cargos por mantenimiento de cuenta, horarios bancarios ni burocracia inútil para abrir cuentas , solo con un poco de ingenio nos leemos (oímos y vemos) cientos de tutoriales que explican en detalle hasta como crear una criptomoneda propia y nos montamos en el camino de tener una economía sólida , democrática y realmente global.
Ahora que estudio el fenómeno de cerca descubrí hace un par de años la existencia de los contratos inteligentes basados en BlockChain, esto último es la plataforma de seguridad que respalda cada bitcoins (y muchas otras criptomonedas) en el mundo entero. Aunque todos estamos familiarizados con ese esquema , cada vez que nos afiliamos a un sitio, enviamos un correo electrónico, cada transacción bancaria por medios digitales y así el largo etcétera de trámites que hacemos a diario vía electrónica son en esencia contratos, cada vez que llenas todos los datos de manera correcta el programa ejecuta la función , te da acceso a Facebook, Instagram, twitter , tu banco y a todo servicio al que estés interesado en acceder, sin embargo los procesos basados en la plataforma blockchain son incorruptibles, ni siquiera por la mente del hacker más creativo puede alterar el sistema, aunque siempre habrá oportunidad de ser hackeado solo si tienes tu billetera (Wallet) afiliada a sitios sin mucha seguridad, pero con algo de cuidado tus fondos están más seguros que en el banco.
Imaginemos por un segundo el mundo sin las naturales trabas de la documentación, por un instante pensemos en el preciso instante que nuestra cotidianidad deje de depender de la burocracia para sortear las reglas del día a día, ya con tener una unidad económica que no dependa de bancos centrales ni de reserva monetaria alguna indica que el libre mercado determinará el valor de su moneda de preferencia, aunque igual puede haber colapso por bajas en el valor de tal o cual instrumento criptoeconómico, cualquier trámite que necesite de un tercero fiel desaparecerá vía contrato inteligente validado hasta por tu huella digital será tan legal como si una docena de notarios, jueces y abogados hubiesen intervenido en el trámite.
Cambiar el equilibrio de las posibilidades bajo un sistema donde no exista forma de inventar alcabalas económicas en ninguna fase del proceso hará la vida aún más simple para todos. Como ejemplo de fidelidad imaginemos por un instante que se haga un proceso electoral presidencial con Smart contract (contrato inteligente) para la ejecución del voto, sería un fenómeno porque las trampas electorales se hacen improbables , los números empezarían a fluir desde el primer voto, sin posibilidad de fraude, automáticamente validado por la misma cadena de bloques supersegura que mueve las transacciones con bitcoins , sin retrasos, votantes fantasmas, extranjeros recién cedulados , multicedulados ni hackers que puedan modificar los resultados , la voluntad popular será por primera vez en la historia , una realidad inobjetable, así mismo cuando estudiamos en la universidad, el blockchain se ocupará de otorgar los títulos en el preciso instante en el que registre aprobadas todas las materias de su especialidad y desde ese instante su legalidad puede ser verificada en cualquier parte del mundo sin necesidad de engorrosos trámites legales para certificar los títulos para el extranjero, las posibilidades siendo finitas , son tantas que parecen ser infinitas.
Lo más interesante es que es todo basado en software libre que no cuesta un céntimo para acceder a esta tecnología, todo es cuestión de hacer presión mediática para que poco a poco se vayan sumando más a este sistema que promete resolver buena parte de la tranquilidad cotidiana de los seres humanos, que ya con liberarse de controles burocráticos se avanza un montón.
José Ramón Briceño, 2020
@jbdiwancomeback