Los cirujanos unieron el riñón del cerdo a un par de grandes vasos sanguíneos
Un grupo de científicos lograron unir temporalmente un riñón de cerdo en un cuerpo humano y observaron que comenzaba a funcionar. Es un gran avance en la búsqueda de varias décadas por utilizar algún día órganos animales en trasplantes para salvar vidas humanas.
Los cerdos se han convertido en la más reciente prioridad de investigación en el intento por atender la escasez de órganos. Sin embargo, hay un tipo de azúcar en las células porcinas, extraña al cuerpo humano, causa el rechazo inmediato del órgano.
El riñón para este experimento provino de un animal manipulado genéticamente para eliminar ese azúcar y evitar un ataque del sistema inmune.
El procedimiento de los cirujanos fue unir el riñón del cerdo a un par de grandes vasos sanguíneos fuera del cuerpo de un receptor con muerte cerebral para poder observar durante dos días. El riñón hizo lo que se supone debía hacer filtrar los desechos y producir orina sin provocar rechazo.
“Tuvo una función absolutamente normal”, dijo el doctor Robert Montgomery, quien encabezó el equipo quirúrgico el mes pasado en el centro médico Langone Health de la Universidad de Nueva York. “No se tuvo este rechazo inmediato que temíamos”.
Esta investigación es “un paso importante”, explicó el doctor Andrew Adams, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Minnesota. “Tranquilizará a los pacientes, investigadores y autoridades reguladoras “de qué estamos avanzando en la dirección correcta”.
El sueño de los trasplantes de animales a humanos o xenotrasplantes se remonta al siglo XVII con los fallidos intentos de utilizar sangre animal en transfusiones. En el siglo XX, los cirujanos intentan trasplantar órganos de babuinos en humanos. El caso más famoso fue el de la Bebé Fae, quien vivió 21 días con el corazón de un primate de esa especie.
Los cerdos tienen ventajas sobre los monos y los simios. Son criados como alimento, así que utilizarlos para aprovechar sus órganos suscita menos preocupaciones éticas. También tienen grandes camadas, cortos periodos de gestación y órganos comparables a los de los humanos.