Por María Araujo
Argentina era conocida por el trato amigable a los extranjeros y su capacidad para incorporar nuevas culturas. Sin embargo, esta extendida creencia ahora forma parte de un mito. Los ataques xenófobos han destapado una realidad vergonzosa que mancha la buena reputación del país latinoamericano. Actualmente, los principales afectados por diversos delitos de odio son los venezolanos.
En marzo del 2021, la directora de migraciones Florencia Carignano dio paso a una polémica mediante una transmisión televisiva. El programa versaba sobre la situación irregular de miles de venezolanos que ingresaron al país bajo la disposición 520/2019. Según las declaraciones de Carignano, este decreto que contemplaba cierta flexibilización que se tradujo en el paso deliberado de “delincuentes” a Argentina, según las palabras de la directora.
Elisa Trotta Gamus, representante en Argentina del actual presidente interino venezolano Juan Guaidó, pidió explicaciones a Carignano por semejantes afirmaciones xenófobas de cara a la televisión nacional.
A este reclamo se sumaron múltiples grupos de venezolanos que sintieron el resquemor de dichas acusaciones. El debate no se hizo público pero la representante venezolana alegó abiertamente que la generalización y estigmatización de una nacionalidad incita a la xenofobia. Ante esto, además, se suman múltiples casos de agresiones en Argentina hacia la misma comunidad venezolana.
La xenofobia pone en el radar a los venezolanos
Muchos otros sesgos han tenido consecuencias en el lugar que muchos inmigrantes consideraron un país seguro. Mientras ciertos políticos y funcionarios se dedican a azuzar el odio injustificado, la población de venezolanos recibe el impacto de la violencia. Los actos delictivos motivados por el resentimiento hacia los extranjeros se han hecho notar en el grupo de migrantes más numeroso de Latinoamérica.
Violaciones, asaltos, acosos, agresión física agravada y recurrentes, vejaciones por nacionalidad, son los cargos de las denuncias que presentan los venezolanos y se acumulan en la policía sin esperanza de resolución.
Algunos nombres de venezolanos que llenan las listas de denuncias por ser víctimas de crímenes de odio. Muchos venezolanos en Argentina actualmente son perseguidos a raíz de su nacionalidad. Se mencionan casos que captan la atención como el de Ariana Boada, asaltada brutalmente mientras trabajaba como repartidora, o Keiber Chacón, denigrado por su nacionalidad mientras trabajaba.
Algunos episodios han culminado en casos graves de violencia física. Entre ellos Aylin Reyes Castillo, asesinada en su propia casa; Luis Campis Bermúdez, amedrentado luego del asesinato de su esposa; los hermanos Michelle y Ronald Pérez, perseguidos y agredidos físicamente de manera reiterada y violenta en la zona de Balvanera por su nacionalidad y lugar de procedencia; Ángel Osuna, atacado en un restaurant mientras trabajaba como repartidor y realizaba un viaje rutinario a un restaurant en Buenos Aires.
Cabe resaltar que muchos otros que no se atreven a revelar su identidad por miedo a su seguridad e integridad. Algunos de los crímenes sufridos se encuentran acosos, persecuciones, denigración por inclinaciones ideológicas y políticas, violencia física y discriminación.