Experto de la Universidad Johns Hopkins, asegura que el fármaco estadounidense causa coagulación sanguínea en algunas personas
La vacuna contra el COVID-19 de Janssen -filial de la farmacéutica estadounidense Johnson & Johnson- comenzó a ser evaluada este 23 de abril por un comité asesor de los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) de Estados Unidos (EEUU).
La decisión, se tomó luego de que se recomendara suspender su aplicación tras varios casos de trombosis cerebral.
Durante la reunión del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP por sus siglas en inglés) -reseñada por EFE- el médico experto en trombos de la Universidad Johns Hopkins, Michael Streiff, aseguró que el fármaco de Johnson & Johnson y de la empresa británica AstraZeneca causan coagulación sanguínea en algunas personas.
“Hasta ahora parece que hay una respuesta con trombos cuando se recibe una vacuna con vector adenoviral contra el SARS-Cov-2”, explicó, haciendo referencia a que aún no está clara la razón de este efecto secundario.
La vacuna de Johnson & Johnson y de AstraZeneca, fueron fabricadas a partir de la modificación de un adenovirus, mientras las de Pfizer y Moderna con tecnología basada en ARN mensajero.