El Gobierno asiático ha coordinado científicamente la prevención del nuevo coronavirus, así como el desarrollo económico y social
BEIJING, 13 ago (Xinhua) — Algunos medios de comunicación estadounidenses han conspirado recientemente para atacar la estrategia de China contra la pandemia, y han afirmado que el enfoque chino para enfrentar al virus conducirá al país hacia un aislamiento a largo plazo del mundo.
Estas afirmaciones infundadas distorsionan deliberadamente la verdad e ignoran la esencia de la lucha de China contra la pandemia.
Desde el inicio de la pandemia, China, insistiendo en que los derechos a la subsistencia y al desarrollo son derechos humanos básicos fundamentales, ha considerado a la protección de las personas y de sus vidas como su máxima prioridad. Ése es el principio de la estrategia del país contra la pandemia.
Sobre esa base, el Gobierno chino ha coordinado científicamente su prevención de la pandemia y el desarrollo económico y social. Como resultado, China ha tomado la delantera en la reanudación del trabajo y la producción, convirtiéndose en la única economía importante en registrar un crecimiento positivo en 2020.
Este año, el crecimiento económico de China sigue siendo líder en el mundo, y el comercio exterior mantiene un impulso al alza. Para julio, las importaciones y exportaciones de China habían registrado un crecimiento interanual positivo por decimocuarto mes consecutivo.
Mientras tanto, la estrategia china contra la pandemia ofrece una garantía sólida para la recuperación económica sostenida. En lugar de estar aislada, China sin duda estará más estrechamente vinculada al mundo en el futuro. Muchas empresas multinacionales han seguido obteniendo resultados notables en el mercado chino y ya reiteraron su confianza en China.
Estos logros conseguidos con tanto esfuerzo son un testimonio del liderazgo extraordinario del Partido Comunista de China (PCCh) y de las ventajas del sistema chino. El pueblo chino nunca olvidará que, ante el repentino brote de la pandemia, el país ha puesto su vida y su salud al frente y al centro. Innumerables héroes se han sacrificado y han contribuido a la misión de proteger la vida de las personas.
Los hechos son una prueba viviente de la estrategia científica y eficaz de China para contener el virus.
En un marcado contraste, Estados Unidos, con los mejores recursos médicos, ocupa el primer lugar en el mundo tanto en casos confirmados como en muertes. Haciendo caso omiso de los problemas de su propio país, algunos medios de comunicación estadounidenses plantean preguntas infundadas sobre la estrategia de China, revelando una combinación de arrogancia y envidia de su parte.
En realidad, el fracaso de Estados Unidos es un resultado inevitable de los defectos inherentes al sistema político y los valores del país. La subestimación de los riesgos del virus por parte de los políticos, el colapso de los mecanismos de prevención en medio de la lucha partidista, la discriminación racial y la disparidad de la riqueza, contribuyen completamente a que Estados Unidos sea el mayor fracaso del mundo en lo que respecta a la contención de la pandemia.
Lo peor de todo es que, en lugar de poner la vida de las personas primero, algunos políticos estadounidenses han optado por poner el dinero primero. En público, defienden la protección de los derechos humanos, pero en acciones reales, de hecho están protegiendo los intereses de los ricos y de los que tienen poder.
Tal vez, esos medios de comunicación estadounidenses deben indagar sobre la causa de raíz de la debacle de Estados Unidos en la contención de la pandemia y exponer la hipocresía y el doble rasero subyacentes. Eso sería lo correcto.