Proyecto Pixel, una iniciativa privada de Mattew Burwick ; un exiliado venezolano
Durante los últimos años la cultura venezolana ha sufrido traspié sobre traspié, las distintas crisis han causado una muerte lenta y dolorosa para las artes en Venezuela, mismas que fueron patrocinadas por el estado desde mediados del siglo XX, hoy día y desde hace rato han sido dejadas en el olvido, algo natural cuando la premisa básica es comer y no hacer arte, ser artista es una actividad de alto consumo económico, en vista de esta preocupación ha nacido el Proyecto Pixel.
Uno de los sectores que se han visto más complicados para laborar ha sido el de la fotografía profesional, no es solo que el Covid-19 y sus distintas variantes lograron la casi paralización de los eventos con los que los fotógrafos nos ganamos el sustento, también influye la imposibilidad para muchos de reponer (o reparar) sus cámaras, el tipo de cambio así como las trabas burocráticas para la importación directa han hecho que muchos profesionales de la
imagen cambien de oficio, lo que causa para muchos una reducción considerable en sus ingresos, en muchos casos son personas que llevan años en el oficio pero que también desde hace años no pueden tan siquiera pensar en comprar ni siquiera equipos usados para recomenzar en su oficio.
Ante esta situación nace el Proyecto Pixel, una iniciativa privada de un exiliado venezolano llamado Mattew Burwick (caracas 1974) que ha decidido comenzar a canalizar equipos donados por profesionales en el exilio para ser distribuidos entre los que no pueden reponer sus equipos, en una primera entrega se donaron tres equipos completos a tres fotógrafos Aragüeños, uno que tuvo que vender su cámara para poder sobrevivir, otro quien fuese
víctima de un secuestro donde estos arrasaron con todo lo de valor incluyendo cámara y computadoras, y un tercero a quien también asaltaron llevándose en el camino su equipo, todos con trayectoria dentro de las artes del estado Aragua dejándolos sin ningún ingreso que les permitiese reponer lo perdido, dada la imposibilidad de acceder a créditos o ayudas para volver a comprar equipos.
El proyecto Pixel nace como iniciativa para donar pero espera que dentro de poco tiempo y con la solidaridad de los donantes, poder seguir distribuyendo cámaras y periféricos a todos los que así lo necesiten, la única condición que se les exige a los receptores es continuar con su labor retratando la contemporaneidad venezolana, no para denunciar (que se vale) también para construir una serie de documentos visuales desde donde conformar la construcción de una fotografía venezolana en vez de la sucesión de postales que vemos en las redes sociales
donde más vale su impacto mediático que el producto de la necesaria reflexión que ha de existir en torno a la imagen como documento histórico en estos momentos de cambio.
El plan a futuro no es solo distribuir cámaras usadas, también queremos patrocinar exposiciones colectivas en salas nacionales así como en nuestra (futura) pagina web, así mismo publicaremos trabajos de los catedráticos venezolanos ligados a la fotografía y por último patrocinar cursos sobre los temas más importantes, todo gratis para impulsar el trabajo de los creadores venezolanos.
Queremos ayudar a impulsar una visión país desde la mirada de los mismos venezolanos que la sufren, sin sesgo político ni partidista, solo una herramienta más para el encuentro de las artes visuales.
Sentir el peso de la cámara en las manos después de casi diez años, experiencia indescriptible; saber que nuevamente la toma depende de mí y no del artefacto. Gracias Maestro por traer una cámara de gente grande.
Profesor José Flores, beneficiado por Proyecto Pixel
Nota de Prensa: José Ramón Briceño @jbdiwan