Comenzó a pintar con la técnica impresionista, incorporó los nuevos concepto de la luz y el color
Paul Cézanne, considerado uno de los más grandes pintores de los últimos cien años, nació en 1939 en Aix-en-provence, en el sur de Francia, hijo de un rico banquero.
Recibió su primera instrucción en el Colegio Borbón, al mismo tiempo que concurría a las clases nocturnas de la Escuela de Bellas Artes de Aix. A los 23 años de edad ya se encontraba en Paris para iniciar su carrera plástica.
Conoció a Camille Pissarro e influido por este comenzó a pintar con la técnica impresionista, incorporó los nuevos concepto de la luz y el color, pero pronto se diferenció de los impresionistas porque mientras estos buscaban la captación de la impresión, Cézanne concentraba sus esfuerzos en la construcción y en la estructura del cuadro, eludiendo los efectos de luces y sombras fuertes y buscando una luz neutra que le permitiera trabajar con color constante.
Repitió en varias oportunidades que el pintor debía buscar el cono, el cilindro y la esfera en la naturaleza, demostrando de este modo la presencia de la geometría en los seres vivos, es por ello que la muestra retrospectiva de sus pinturas, realizada en 1907, un año después de su muerte fue de gran valor para todos los artistas que lo sucedieron, especialmente para los cubistas y para las corrientes abstractas.
Cézanne pintó paisajes, retratos, naturalezas muertas y composiciones con figuras humanas, en su taller y al aire libre mostrando las líneas y tensiones fundamentales con estructuras simples pero sólidas, mediante una composición equilibrada de pesos, volúmenes y color.