AMLO, considera que el activista australiano y fundador de WikiLeaks, merece una oportunidad. Ordena a su canciller comenzar los trámites
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador -conocido como AMLO por las iniciales de su nombre- solicitó a Reino Unido la liberación del activista australiano, Julian Assange, a quien además le ofreció asilo político.
Durante una rueda de prensa -reseñada por RT- celebró la decisión de la jueza británica de distrito, Vanessa Baraitser, quien este 4 de diciembre rechazó la solicitud de Estados Unidos (EEUU) para extraditar al fundador de WikiLeaks.
«Creo que es un triunfo de la justicia, celebro que en Inglaterra se actúe de esa forma porque Assange es un periodista y merece una oportunidad», aseguró AMLO.
El mandatario azteca, ordenó a su secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, que inicie los trámites correspondientes ante Reino Unido para pedir la libertad de Assange y su posible establecimiento en México.
Baraitser explicó que tomó la decisión ante el temor de que Assange se suicide si es extraditado.
Consideró que la medida, sería «opresiva» por la salud mental del activista, quien es un «hombre deprimido y a veces desesperado» con el «intelecto y la determinación» para eludir cualquier medida de prevención de las autoridades penitenciarias.
EEUU anunció que apelará, mientras la defensa de Assange prevé solicitar su liberación de la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, Reino Unido, donde está recluido desde hace más de año y medio.
Assange de 49 años de edad, es acusado de publicar documentos militares secretos y cables diplomáticos sobre las actividades estadounidenses en los ataques armados contra Irak y Afganistán en 2010 y 2011. Pruebas que dejaron al descubierto las irregularidades del Ejército de EEUU.
En abril de 2019, fue detenido en la Embajada de Ecuador en Londres, donde permaneció en calidad de refugiado durante 7 años hasta que el presidente de Ecuador, Lenín Moreno lo entregó a la justicia británica.
En caso de ser extraditado, podría enfrentar hasta 175 años de cárcel en EEUU por presunto espionaje y piratería informática.