Las tensiones en torno a Kiev, aumentaron en los últimos meses. EEUU acusa al Kremlin de preparar una invasión
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, discutió por separado con sus homólogos de Rusia y Ucrania, Vladímir Putin y Volodimir Zelenski, respectivamente sobre las posibilidades de continuar con la vía diplomática para una desescalada en la crisis ucraniana.
Según reseñó EFE, el mandatario francés -quien había hablado varias veces con sus pares en las últimas semanas- charló en esta oportunidad cerca de 45 minutos con Putin y una hora con Zelenski en sus intentos de «proseguir el diálogo para identificar los elementos que deben llevar a una desescalada».
En concreto, la charla se centró en cómo capitalizar los avances recientes del Formato Normandía (compuesto por Francia, Alemania, Ucrania y Rusia) para poder lograr una solución al conflicto de la región ucraniana del Donbás.
También se discutió la posibilidad de concretar un «equilibrio estratégico en Europa» que permita una reducción de riesgos y garantice la seguridad del continente, relataron fuentes del medio.
Hasta los momentos no hay noticias sobre una posible visita de Macron a Rusia o Ucrania, algo que se había especulado en medios diplomáticos.
Anteriormente, Macron había conversado con el presidente polaco, Andrzej Duda para lograr una concertación de los socios europeos. Ambos reafirmaron su determinación de salvaguardar la integridad territorial y la soberanía de Ucrania.
Emmanuel Macron, reiteró su disposición de contribuir a una postura firme de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en el centro y Este de Europa y apoyó la iniciativa polaca de renovar el diálogo sobre la seguridad europea en el marco de la Consejo Permanente de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE)
Además, Macron y Duda trataron la posibilidad de celebrar en Berlín una cumbre tripartita entre Alemania, Francia y Polonia.
Las tensiones en torno a Ucrania, aumentaron en los últimos meses. Occidente y Ucrania, acusan a Rusia de estar preparando una invasión.
El Kremlin niega las acusaciones y afirma que no tiene intención de atacar a ningún país. Considera que todo forma parte de un pretexto para aumentar la presencia de la OTAN en el Este de Europa.