La pandemia de Covid-19 ha ocasionado que millones de personas en todo el mundo deban modificar sus hábitos de conducta para evitar contagiarse del virus. El principal cambio que han tenido que hacer es mantenerse en sus casas, en cuarentena. Sin embargo, lo que para algunos puede significar solamente tener que permanecer unos días en sus hogares, para otros puede transformarse en un calvario que puede llegar a agudizar cuadros de depresión.
El confinamiento forzoso y la sensación de soledad pueden servir como detonantes para que se agraven cuadros de depresión e incluso que personas que no daban señales de tener este trastorno emocional, comiencen a presentarlos.
«La pandemia de covid-19 ha provocado una crisis de salud mental en nuestra región a una escala que nunca antes habíamos visto», dijo en rueda de prensa Carissa Etienne, directora de la OPS, oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Dijo además que las medidas para frenar los contagios, sumadas a los impactos sociales y económicos del virus, «están aumentando los riesgos de violencia doméstica».
Al igual que el Covid-19 la depresión es una enfermedad que no distingue de nacionalidad, estatus social, edad, sexo o condición política, puede afectar a cualquier persona.
Estados Unidos y Brasil son los países más impactados, pero se ha observado «una tendencia creciente» en zonas hasta ahora estables durante varias semanas, como el Caribe.
Entre los países que han reportado nuevas infecciones destacó a República Dominicana, Jamaica, Bahamas y Trinidad y Tobago, pero también a Perú.
El hogar no es un lugar seguro para muchos», subrayó, al señalar una multiplicación de los pedidos de ayuda por abusos en Argentina, Colombia, y México.