Por un lado miles de ciudadanos, niegan la existencia de la pandemia y por el otro, el gobierno batalla para frenar los contagios
España lucha actualmente entre el negacionismo y la ciencia ante el tema de la pandemia generada por la propagación del COVID-19, reseñó el medio local ABC a través de un trabajo especial.
Por un lado miles de ciudadanos se niegan a cumplir con las medidas sanitarias -realizando incluso protestas- y por el otro, el gobierno de Pedro Sánchez batalla para reducir la tasa de contagios.
«La pandemia no existe. ¿Por qué están los hospitales vacíos si no?» manifestó el pasado 16 de agosto un negacionista durante una marcha, mientras que otro asistente del colectivo StopConfinamiento, aseveró que salieron en defensa de los «derechos humanos y las libertades que el gobierno nos está quitando con la excusa de un supuesto virus que ya no produce fallecidos».
La actitud de los negacionistas, fue calificada como una estupidez por parte del científico Manuel Toharia, ya que los hechos no pueden ser negados.
«Nadie puede decir que la epidemia no está provocada por un virus ni que este no mata, porque es una evidencia. La prueba es que hay muchos muertos en todo el mundo, son datos. Tampoco se puede negar que la única forma de luchar contra el virus sin vacuna es evitar el contagio masivo con el confinamiento y las mascarillas, de la misma forma que no puedes decir que los aviones no vuelan» sentenció.
El medio opinó que los negacionistas, no nacieron con el COVID-19, sino mucho antes, puesto «que en la antigüedad ya nos los encontramos negando la igualdad de todas las razas de la especie humana y, en la Edad Media, la teoría heliocéntrica».
Por ejemplo, Galileo vivió bajo arresto domiciliario hasta su muerte por afirmar que la Tierra y el resto de los planetas giraban alrededor del Sol. Fue sentenciado en 1633 por la Santa Inquisición.
Como «uno de los variados fracasos de la inteligencia», definió el filósofo, José Antonio Marina a los negacionistas, quienes a su juicio ni siquiera el Siglo de las Luces logró acabar con ellos.
No obstante, existe un dato interesante dentro de la corriente negacionista, es decir, «no todos niegan lo mismo ni se mueven por los mismos intereses».
Toharia explicó que los negacionistas niegan hechos demostrados científicamente, mientras que los escépticos, manifiestan su opinión «sobre teorías que todavía no se han demostrado».
Los primeros, son conservadores a ultranza que se oponen al progreso, siempre los ha habido», expresó.
