El tercer secretario de la embajada rusa, Vladislav Sorokin, empujó el vehículo más de un kilómetro, mientras su hija de 3 años iba sentada
Diplomáticos rusos salieron de Corea del Norte en un vehículo poco convencional, una vagoneta manual, informó el ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia que compartió las imágenes a través de redes sociales.
El hecho, se debió a las fuertes medidas de bioseguridad a causa de la pandemia del COVI-19 que conllevó a la suspensión del tráfico entre ambos países.
Antes de la crisis sanitaria, había la posibilidad de tomar el tren entre Pyongyang y Moscú.
«Primero, tardaron 32 horas en tren, luego otras dos horas en autobús hasta la frontera y, por último, la parte más importante del recorrido: Caminar hasta el lado ruso. Para ello es necesario hacer un carrito de antemano, ponerlo en los raíles, colocar las cosas en él, poner a los niños en él… y ya está», relató el organismo a través de un comunicado.
La vagoneta manual, fue empujada por el tercer secretario de la embajada rusa en Corea del Norte, Vladislav Sorokin, mientras su hija de 3 años iba sentada.
El funcionario, empujó el vehículo por más de un kilómetro a lo largo de la línea de ferrocarril, siendo la «parte más difícil el puente sobre el río Tumánnaya. Y al final, la casa, el puesto fronterizo ruso de Jasán».
En la frontera, finalmente subieron a un autobús que los condujo hacia al aeropuerto de Vladivostok.
«El servicio diplomático es muy arduo, es muy difícil. Parece tan bonito, tan elegante. Pero de hecho, es un servicio muy difícil, duro y estresante. Probablemente haya momentos como éste», agregó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, según reseñó Sputnik.
