La salsa de tomate es un complemento sano, sabroso y nutritivo para muchos platos, así como un ingrediente imprescindible para recetas de fama mundial. Todos podemos hacer una salsa de tomate, ya que su elaboración es muy sencilla.
Si aún estás dudando si vale la pena hacer tu propia salsa de tomate, te diremos que es uno de los vegetales que aporta menos calorías y más vitaminas, incluyendo el exitoso trío de vitaminas antioxidantes C, E y A que ayuda a reforzar el sistema inmunitario, previene el envejecimiento prematuro y ayuda a que nuestros tejidos se mantengan sanos y fuertes. Tan solo 200 gramos de tomate nos aportan el 80 % de la necesidad de vitamina C diaria de nuestro organismo.
Ingredientes:
- 2 kilogramos de tomates
- 1 cebolla grande o 1 y 1/2 cebolla de tamaño mediano
- 1 o 2 dientes de ajo, según tamaño y gusto
- 1 cucharada de postre de sal
- 1/4 de cucharada de postre de azúcar
- 1/2 vaso o 100 cc de aceite de oliva
- Opcionales: pimiento verde, pimiento rojo, orégano, pimienta negra, albahaca, pimentón dulce o picante
Necesitarás:
- Cacerola
- Sartén
- Espátula de madera
- Batidora
- Frascos de cristal para conservar
Pasos a seguir para hacer esta receta:
1: Pela y pica los tomates en trozos pequeños. Para pelar los tomates fácilmente, lávalos primero y hazles una pequeña cruz en la base con un cuchillo. Ponlos en una cacerola con agua a calentar hasta que hierva. Verás que la piel del tomate se levanta y será muy fácil sacarla con la mano.
2: Pela y pica el ajo y la cebolla en trozos pequeños.
3: Vierte el aceite en una sartén y ponla a fuego medio. Echa el ajo y la cebolla y deja que se sofrían unos 5 minutos hasta que la cebolla comience a ponerse transparente. Si vas a utilizar la salsa de tomate casera para acompañar platos elaborados con carnes, como por ejemplo las albóndigas, puedes añadir vegetales como el pimiento verde y/o el pimiento rojo.
4: Añade los tomates, incluido el líquido que sueltan al cortarlos. Agrega también la sal, el azúcar y deja que toda la mezcla se vaya haciendo a fuego lento durante aproximadamente 30 o 45 minutos (dependiendo de la madurez del tomate y el tamaño de los trozos).
Si queremos que la salsa quede más roja, puedes añadir media cucharada de postre de pimentón dulce justo antes de sacar la sartén del fuego. Añádela mientras remueves.
5: Pasa todo el contenido de la sartén por una batidora para eliminar los trozos restantes y que te quede una salsa fina y consistente.
6: Si quieres hacer una salsa de tomate casera rápida tienes que invertir el proceso. Pela y trocea todos los ingredientes en crudo, excepto el aceite. Pásalos por la batidora todos juntos y luego dejalos pochar con el aceite en una sartén durante 10 minutos. Tendrás una rica y rápida salsa de tomate para pastas, pizzas o lo que quieras. Esta receta te dará para 1 litro de salsa de tomate.
7: Si vas a envasar la salsa de tomate casera, debes esterilizar los frascos antes de usarlos, por una cuestión de higiene. El envasado en frascos pequeños dura más tiempo, ya que se enfrían antes. Por eso, es aconsejable no utilizar frascos con una capacidad mayor a 500 cc. Siempre que envases o conserves una salsa (o cualquier otro alimento) es aconsejable ponerle una etiqueta con la fecha de envasado para saber cuánto tiempo lleva en la nevera.
Otra forma de conservar salsa de tomate casera es congelándola, para lo que utilizaremos envases de plástico, en lugar de los de vidrio.