Esperan que los países de la OTAN dejen de incendiar el conflicto en el este de Ucrania y se abstengan de interferir en los asuntos internos de ese país
Rusia ha señalado que no planea tener una guerra con Ucrania, a pesar de las actuales tensiones entre ambos países y con Occidente por la acumulación de más de 100.000 soldados rusos en la frontera con el país vecino, declaró hoy el Ministerio de Exteriores.
«Hemos dicho repetidamente que nuestro país no va a atacar a nadie», manifestó en una rueda de prensa el vicedirector del Departamento de Información y de Prensa del Ministerio de Exteriores de Rusia, Alexéi Záitsev.
Detalló: «Consideramos inaceptable incluso la idea de una guerra entre nuestros pueblos».
Záitsev expresó que las relaciones entre Rusia y Ucrania «siguen deteriorándose, debido al camino de Kiev hacia una mayor confrontación con Rusia».
«Prácticamente no hay contactos políticos y la cooperación interparlamentaria e interregional está congelada», acotó.
Además, declaro «está claro que las tensiones militares en Europa se reducirían si la OTAN retirase sus fuerzas de los países de Europa del este».
«Instamos a la OTAN para que haya garantías de seguridad» de que la Alianza no se acerque más a las fronteras rusas y retire todas las tropas y todo el armamento a la posición anterior a 1997.
«Esperamos que los países de la OTAN dejen de incendiar el conflicto en el este de Ucrania y se abstengan de interferir en los asuntos internos de ese país, lo que debería permitir a los negociadores ucranianos resolver sus diferencias en un diálogo directo», afirmó, entre Kiev y los rebeldes prorrusos apoyados por Moscú, enfrentados desde 2014 en un conflicto en el este del país.
El portavoz estimó además que las declaraciones del secretario general de la OTAN sobre la posibilidad de aumentar la presencia de la OTAN en el flanco oriental «crea un entorno negativo para el diálogo sobre las garantías de seguridad».
«Ello confirma que reforzar la posición negociadora con potencialidades militares se ha convertido en la práctica habitual de la Alianza», finalizó Záitsev.