Siguen firme alzando su voz a pesar de la brutal represión de las fuerzas de seguridad del Estado, condenada a nivel mundial
El pasado 28 de abril, comenzó en Colombia un paro nacional para exigir al Gobierno de Iván Duque dejar de lado el proyecto de reforma fiscal que previa el aumento de impuestos, principalmente a la clase media.
Establecía ampliar la base tributaria, cobrando impuesto a la renta a partir de 2022 a quienes ganaban más de 2,4 millones de pesos mensuales o cerca de 663 dólares.
De ser aprobada en 2023, quienes percibieran más de 1,7 millones de pesos mensuales o 470 dólares aproximadamente, también pagarían impuestos.
También contemplaba, el cobro del Impuesto al Valor Agregado (IVA) de 19% a las tarifas de servicios públicos de las personas con más recursos.
Sin embargo, fue cancelada debido al rechazo del pueblo. Entonces ¿Por qué continúan las protestas? La respuesta es sencilla, se está exigiendo a Duque que haga cambios estructurales a la policía ante el aumento vertiginoso de víctimas a causa de la represión.
En la lista de peticiones, también figuran la reforma de salud, cumplimiento del acuerdo de paz firmado en 2016 -especialmente en lo que respecta a la protección de líderes sociales y excombatientes- rechazo a la desigualdad social y aumento de la pobreza.
La Unión Europea (UE) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) así como varios gobiernos y defensores de los derechos humanos, condenan la represión en Colombia que ha dejado una veintena de fallecidos y cientos de heridos.
A través de redes sociales con etiquetas, como #SOSColombia y #ColombiaAlertaRoja, miles de colombianos muestran la realidad de su país y solicitan ayuda internacional.