La asociación Aussie Ark notificó que 26 de estos mamíferos fueron liberados en un santuario de 400 hectáreas localizado en Barrington Tops
Los demonios de Tasmania, marsupiales que habían desaparecido de la Australia continental desde hace 3.000 años, han sido reintroducidos recientemente a esta isla australiana, como parte de una fase «histórica» de un ambicioso programa para la protección de esta especie, informó AFP.
La asociación Aussie Ark notificó que 26 de estos mamíferos fueron liberados en un santuario de 400 hectáreas localizado en Barrington Tops, a unas tres horas y media al norte de la ciudad de Sídney.
El presidente de Aussie Ark, Tim Faulkner, comentó que esta acción «histórica«, desarrollada entre julio y septiembre, es la primera fase de un programa de conservación ex situ para conformar una población preservada, tomando en cuenta que, en la isla de Tasmania, este animal padece de un cáncer contagioso.
Luego de 16 años de labor, la cual ameritó la creación en la Australia continental del mayor programa de cría de demonios, es «increíble» haber logrado llegar hasta aquí, de acuerdo a Faulkner.
«Es como un sueño«, afirmó Faulkner. «El mayor predador indígena en el continente es el gato tigre de cola moteada que pesa un poco más de un kilo. Traer un animal de este tamaño es algo extraordinario», acotó.
El demonio de Tasmania, también conocido como el diablo de Tasmania, puede llegar a pesar hasta ocho kilos, suele cazar a otros animales autóctonos o se alimenta de carroña.
Este marsupial es víctima desde el año 1996 de una enfermedad, el tumor facial transmisible del diablo de Tasmania (DFTD), que desemboca en la muerte de casi el 100% de los casos.
Hasta ahora, esta patología ha eliminado al 85% de los demonios, haciendo que esta especie esté en peligro de extinción.
El cáncer que sufren los demonios de Tasmania es contagioso, se transmite por medio de las mordeduras entre los animales, una práctica que suelen hacer los demonios cuando se aparejan o combaten. Al desarrollarse, la enfermedad causa que los especímenes mueran de hambre, ya que se produce un tumor que llega a la boca y les imposibilita alimentarse.
«Los diablos (demonios de Tasmania) son una de las únicas soluciones naturales para controlar poblaciones de zorros y gatos, responsables de la gran mayoría de las 40 extinciones de especies de mamíferos en Australia», señaló Faulkner. «Lo que está en juego es más que el diablo (demonio) de Tasmania».
Aussie Ark eligió a los animales en base a sus capacidades de reproducción y los dejó libres en un lugar protegido, con el objetivo de evitar varias amenazas, como las enfermedades o el tráfico de automóviles.
«Hemos introducido especímenes jóvenes y con buena salud ahora, lo que les da seis meses para encontrar sus marcas, establecer su territorio y prepararse para la temporada de la reproducción» que se da en Febrero, dijo Faulkner. «El terreno fue escogido porque se parece a una zona de Tasmania».