Científicos creen que se fabricó en un taller de cristalería fina en Xanten o Colonia y llegó a Nimega a través del comercio
Un tazón de vidrio azul intacto de entre 1.800 y 1.900 años de antigüedad, fue hallado por arqueólogos en la ciudad neerlandesa de Nimega.
Se trata -según reseñó el medio local Gelderlander- de un verdadero «tesoro arqueológico» de origen romano que se fabricó en un taller de cristalería fina en Xanten o Colonia, actualmente parte del territorio alemán. Aunque también, pudo elaborarse en Italia.
«He visto cristalería similar en museos italianos”, aseguró el arqueólogo que lideró la excavación, Pepijn van de Geer.
Especialistas creen que el tazón llegó a Nimega a través del comercio local y romano.
Otra hipótesis, es que un soldado de la región lo trajo a casa tras concluir su servicio en el Ejército romano.
De acuerdo a los expertos, este tipo de tazones se fabricaban dejando que el vidrio fundido se enfriara y endureciera sobre un molde. El patrón de rayas, era dibujado cuando la mezcla de vidrio estaba aún en estado líquido. El color azul, se obtenía del óxido de metal.