Los destierros a Marruecos y Mauritania, se retomaron en septiembre de 2020 desde Canarias, donde parten semanalmente 80 personas
España reactivará este 24 de febrero los vuelos de deportación a Senegal a través de dos aviones con destino Madrid-Dakar y escala en Canarias, lugar donde han llegado miles de migrantes en los últimos meses en pateras tripuladas por mafias que cobran hasta 3.000 euros por viaje, el cual puede durar cerca de 10 días.
Antes de la pandemia del COVID-19, España realizaba vuelos de deportación a Marruecos, Senegal y Mauritania.
Las deportaciones a Marruecos y Mauritania, fueron retomadas en septiembre de 2020 desde Canarias, donde parten semanalmente 80 personas con dirección a Rabat.
El delegado del Gobierno de Canarias, Anselmo Pestana, destacó que las restricciones por la pandemia han generado que centenares de marroquíes regresen al Reino Alauí por sus propios medios.
«Si la percepción en origen es de que se fracasa en el proyecto de migración irregular, pues la gente deja de venir, obviamente, porque percibe que Canarias no es un puente seguro para poder llegar a donde quieran llegar», aseguró, según reseñó Sputnik.
Sin embargo, para el responsable de migraciones de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (Cear) Txema Santana, esta teoría esconde un trasfondo oscuro.
«Canarias no es una cárcel. Si entendemos que, si formamos parte de las políticas de la Unión Europea (UE) como Estado español, nos deberían tratar como tal y no como territorios insulares alejados a los que le cambio el rol cuando les conviene para gestionar mi política migratoria», explicó haciendo referencia a las «islas italianas» y del «mar Egeo» que separan Grecia y Turquía.
Manifestó que el campamento de Moria en la isla Lesbos, se convirtió en un agujero negro de recepción de inmigrantes con solicitudes de asilo sin respuesta.
