La Resiliencia es una palabra que estamos usando con frecuencia en la actualidad, pero, ¿la estamos aplicando realmente?
La resiliencia es la capacidad de adaptarse a las situaciones adversas, pero ¿Por qué hablamos tanto de ella y nos cuesta su definición en práctica?.
Esta definición implica reestructurar todos nuestros recursos psicológicos en función de las nuevas circunstancias y de nuestras necesidades y sacar lo mejor de ello. las personas resilientes no solo son capaces de adaptarse a las circunstancias adversas, sino que logran levantarse de las mismas con mucha más fuerza.
Boris Cyrulnik, psiquiatra, neurólogo, psicoanalista y etólogo, dio a conocer el concepto de resiliencia en el campo de la psicología en su bestseller “Los patitos feos”. Sin embargo, a enriquecido al mundo a través de muchos libros más como: “Escribí Soles de Noche”, “El amor que nos cura”, “El murmullo de los fantasmas” entre otros, pero no podemos dejar de mencionar “Psicoterapia de Dios” donde explica los beneficios de la fe.
Para las personas resilientes no existe una vida dura, sino momentos difíciles que logran superarse.
Se trata de una manera diferente de ver la vida aplicando el optimismo en toda su expresión, ya que son conscientes de que después de la tormenta llega la calma.
De hecho, estas personas a menudo sorprenden por su buen humor y nos hacen preguntarnos cómo es posible que, después de todo lo que han pasado, puedan afrontar la vida con una buena actitud y sonrisas sinceras. Seguramente has tenido la posibilidad de haber conocido alguien con estas cualidades.
Las personas resilientes se caracterizan por ser:
- Conscientes de sus potencialidades y limitaciones.
- Creativas.
- Se rodean de personas que tienen una actitud positiva.
- No intentan controlar las situaciones, sino sus emociones.
- Confían en sus capacidades.
- Asumen las dificultades como una oportunidad para aprender
- Practican la meditación o conciencia plena.
- Afrontan la adversidad con humor.
- Buscan la ayuda de los demás y el apoyo social.
- Ven la vida con objetividad, pero siempre a través de un prisma optimista.
- Son flexibles ante los cambios.
- Son tenaces, y constantes en sus propósitos.
Una persona resiliente no se limita a intentar pegar el espejo roto, es consciente de que ya nunca volverá a ser el mismo, pero te aseguro que hará un mosaico con los trozos rotos, y transformará lo hecho pedazos en algo hermoso y útil.
Todos tenemos el potencial de desarrollar la resiliencia ya que es una cualidad que no es innata, aunque sí puede haber una tendencia genética que puede predisponer a tener un buen carácter.
Te invito a que puedas desarrollar esta virtud, y si la tienes, que cada día la fortalezcas más.
“El sufrimiento es inevitable, el sufrimiento es opcional”
Boris Cyrulnik
Nota de Prensa: Andreina Hurtado / @andreinahurtado70
