El tema de la abundancia es algo que con frecuencia relacionamos con cosas materiales, según el sistema actual nos vende que, quien más tiene, es el más abundante.
Qué triste que eso sea lo que también le enseñamos a los más pequeños de la casa, sin darnos cuenta el sistema nos envuelve y hacemos que vayan creciendo con esa idea de la abundancia totalmente errónea.
La abundancia hace referencia al bienestar. Estirando su significado hablaríamos de un estado mental, anímico y físico que nos ayuda a cumplir nuestras metas.
¿Por qué preferimos endeudarnos con cosas que a futuro podemos perder, pero nos cuesta gastar en lo que si nos llevaremos cuando partamos de este mundo?
Me encantaría que hicieras un ejercicio práctico sobre la abundancia. Cierra los ojos por unos minutos y trae a tu mente ese momento en el que compartiste con tus seres queridos y no había preocuparse por el dinero, ni la escasez. Ese momento lleno de risas, rodeado de las personas que amas, lleno de tertulias amenas y por supuesto, lleno de mucho amor.
A veces somos tan egoístas que preferimos dejar de invertir en las cosas que verdaderamente son importantes, como la familia, por ejemplo. Con esto no quiero decir que invertir en bienes sea malo, con esto quiero invitarte a que pongas en una balanza tu prioridad. Preferimos gastar nuestro aguinaldo en cosas banales antes que invertir en un viaje de familia que atesores hasta el día de tu muerte, por que preferimos las cosas materiales antes de regalar sonrisas. Eres abundante cuando tu vida está relacionada a momentos y no a bienes materiales. He descubierto a través del tiempo que lo mejor que podemos darnos y darles a otros, son momentos.
Por eso a través de esta publicación quiero invitarte a que partir de esta Navidad seas capaz de regalarle a las personas que amas y que tienen la oportunidad de toparse contigo, momentos que recuerden a través del tiempo. Los momentos inolvidables no necesariamente requieren de una gran inversión, por ahí hay un adagio que dice: cada quien da de acuerdo a sus posibilidades, pero yo creo que cada quien da lo que hay en su corazón.
10 leyes de abundancia
1. Ley de la creación: Tenemos el potencial de crear todo aquello que ideamos, pensamos y sentimos.
2. Ley de la vibración: cuanto más piensas en eso que quieres o sentimos algo, más posible es que lo creemos cosa que nos permite vibrar en ese sentido.
3. Ley de la causa y el efecto: también conocido como la ley de siembra y cosecha, atrévete a dar y eso mismo recibirás, seamos capaces de aportar al mundo, de alguna manera, nos será devuelto.
4. Ley del equilibrio: Mantén un equilibrio en todas las áreas de tu vida, trata de que tu balanza este en constante equilibrio.
5. Ley del orden: Ordena tu vida, ordena todo aquello que te produce no ser equilibrado “El orden de la vida es ser-hacer-tener-dar”.
6. Ley de la acción: actúa de manera determinada dando pasos firmes en el camino que te conduce a lo que quieres lograr.
7. Ley del mínimo esfuerzo: Esforzarse demasiado genera estrés y consume tu energía, algo que dista mucho de vivir con abundancia, recuerda que la abundancia es bienestar”.
8. Ley de los medios y los fines: Sólo siendo feliz hoy, podrás acceder a la felicidad mañana”. Si deseamos el fin, debemos encontrar el medio: en este caso, la felicidad del mañana viene condicionada por la de hoy.
9. Ley de la expresión de los dones: “Pon tus dones al servicio de los demás”. Esto es lo que realmente te hace ser aún más abundante que los demás. Ser abundante es compartir aquello que hacemos bien y que contribuyen a un buen funcionamiento social.
10. Ley del desapego: Ya desapégate de todo aquello material que finalmente no te llevaras cuando mueras. Cuando lo que tienes o no define quien eres no estas siendo feliz ni abundante. Ama las cosas simples.
«La prosperidad no se miden en las cosas que posees, sino en la cantidad de cosas que no te hacen falta»
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Un placer haber compartido con ustedes este café, hasta pronto.
