Es una bioprótesis de 900 gramos, alimentada por baterías de ion de litio que funciona como una bomba mecánica para regular el flujo de sangre
Se espera que en el segundo trimestre de este año, llegue al mercado un corazón artificial, elaborado por la empresa emergente francesa Carmat y aprobado por los organismos reguladores de Europa.
Se trata de una bioprótesis de 900 gramos, alimentada por baterías de ion de litio que es el resultado de un largo proceso de investigación, reseñó France 24.
«La idea detrás de este corazón que nació hace casi 30 años, era crear un dispositivo que reemplazara a los trasplantes de corazón, un dispositivo que funciona fisiológicamente como un corazón humano, que pulsa, se autorregula y es compatible con la sangre», explicó para el medio, Stephane Piat, director general de la compañía.
El sueño de reemplazar un corazón humano por uno artificial, data de 1937, cuando el científico ruso Vladímir Démijov desarrolló el primer Corazón Artificial Total (TAH por sus siglas en inglés) implantándolo en un perro.
Tres décadas después, se realizó el primer experimento de trasplante en un ser humano. No obstante, hasta ahora la tecnología de TAH había sido utilizada como un puente, mientras el paciente esperaba por el trasplante.
El corazón artificial de Carmat, comparte esta característica, es decir, solo se aprobó como un implante temporal. Funciona como una bomba mecánica para regular el flujo sanguíneo.
Fue diseñado para reemplazar el corazón de los pacientes con insuficiencia cardíaca biventricular en la etapa terminal por varios años.