La distribución estuvo paralizada por los enfrentamientos entre pandillas por el control del barrio Martissant
Las gasolineras de Puerto Príncipe en Haití, comenzaron este 1 de noviembre a vender combustible, luego de casi 2 semanas de paro, debido a la grave crisis en la distribución que llevó a las asociaciones sindicales a huelga.
«Ahora solo tenemos diésel, pero el volumen que nos suministraron debe agotarse en pocas horas porque la demanda es mucha», informó para Sputnik un empleado de la estación Ste Thérèse, ubicada en la entrada de Canapé Vert.
El pasado 31 de octubre, la Asociación Nacional para la Distribución de Productos del Petróleo, anunció el inicio de las entregas de camiones cisternas en las gasolineras y agradeció a las autoridades por apoyar la venta con disciplina.
La distribución del combustible, se vio afectada por una guerra abierta de las pandillas por el control de Martissant, un barrio pobre situado en la salida Sur de la capital.
En las últimas 2 semanas, el panorama se agravó a tal punto que cerca de 50 hospitales estuvieron bajo amenaza de cerrar sus puertas y retirar el soporte vital a los pacientes críticos.
Las telefónicas, potabilizadoras de agua, centros productores de oxígeno, entre otras empresas cruciales, tuvieron que reducir sus servicios en medio del silencio del Gobierno.
El líder de la poderosa coalición de bandas, Jimmy Cherizier, condicionó la distribución para exigir la renuncia del primer ministro Ariel Henry, alegando que se debían hacer sacrificios para sacar del país adelante.
La Casa Blanca, manifestó que apoyaría el traslado de combustible hacia puntos estratégicos y el Gobierno haitiano estableció un corredor de seguridad, dando prioridad a los centros de salud.