Los robots tomarán los pedidos de los clientes y de preparar los helados, así como de ambientar el punto de venta con música
Tony, Eka y Pepper son los tres robots encargados de la heladería Niska Robotic Ice Cream ubicada en Melbourne, Australia, para tomar las órdenes de los clientes. Este fascinante espacio se encuentra en el Federation Square, un lugar donde se desarrollan eventos culturales y artísticos.
Los propietarios del establecimiento, Kate Orlova y Anton Morus explicaron que: “Ha habido robots que han servido helados anteriormente, pero solo en eventos especiales, no en proyectos comercialmente viables como el nuestro”.
Al entrar, los recibirá el robot social Pepper, que saludará y, seguidamente, le pedirá que seleccione en la pantalla el helado o copa que desee entre la amplia variedad. Cuentan con 35 sabores que se pueden combinar y diferentes toppings y siropes.
Por su parte, Tony y Eka se encargan de preparar el helado y de ambientar el punto de venta con música. Al estar listo, es colocado en una vitrina cerrada donde el cliente podrá retirar su pedido, introduciendo el ticket de pago.
“Los robots no pueden reemplazar a los seres humanos. Pero son buenos para hacer tareas repetitivas. Esto libera al personal para centrarse en el servicio al cliente mientras se sirve el helado”, comenta Kate Orlova.