Grandes compañías como Microsoft, Google y Slack han desarrollado aplicaciones enfocadas en mejorar la productividad.
El correo electrónico y otras herramientas digitales ocasionan la mayoría de las interrupciones en el flujo de trabajo en las oficinas. Algunos pasan horas administrando su buzón y otros, leyendo mensajes irrelevantes.
Un estudio publicado en el Journal of Experimental Social Psychology en 2017 mostró la ineficacia del e-mail, pues resultaba 34 veces más fácil decir las cosas cara a cara. Con los chats pasa algo similar. Al no ser siempre herramientas de trabajo, la gente se distrae en estas plataformas con chistes y memes que no agregan valor.
Ante esta realidad, grandes compañías como Microsoft, Google y Slack han desarrollado aplicaciones enfocadas en mejorar la productividad. Una de ellas; Slack, es la herramienta dominante en los ambientes de trabajo. Algunos estiman que cuenta con 9 millones de usuarios activos a la semana y que la usan como estrategia de comunicación 50.000 empresas, que van desde restaurantes y pequeñas tiendas hasta compañías más grandes como Airbnb, la revista Time y la Nasa.
En Slack, los equipos trabajan en canales, el lugar donde se concentran todos sus mensajes, herramientas y archivos, lo que ahorra tiempo e incentiva la colaboración entre compañeros de trabajo.