Benigno Alarcón, considera que el Gobierno fue un buen estratega al aceptar negociar con los factores que apoya a Juan Guaidó
Para el director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) Benigno Alarcón, la oposición quedaría completamente desnuda y sin armas para poder negociar, si retiran las sanciones contra Venezuela.
Durante una entrevista para La Prensa de Lara, explicó que la delegación gubernamental durante el diálogo en México no solicitó, sino exigió el levantamiento de las sanciones como condición para no retirarse del proceso con el fin de estabilizarse en el poder, mientras la oposición busca un cambio político
A su juicio el Gobierno de Nicolás Maduro, ejecutó una buena estrategia al aceptar dialogar con los factores que apoyan el interinato de Juan Guaidó, debido a que goza de reconocimiento internacional.
«En este momento el objetivo principal es lograr reconocimiento en la comunidad internacional, ahora Maduro está pidiendo que Estados Unidos (EEUU) se incorpore a la negociación, al Gobierno le interesa boicotear a la oposición, están buscando quitarse el peso de las sanciones de encima, más que ganar tiempo para establecerse en el poder. Si el Gobierno llega a la conclusión de que no va a lograr una de las dos cosas, no hay duda de que se va a parar de la mesa», opinó.
Alarcón, manifestó la posibilidad de que EEUU acepte el retiro de las sanciones pero con la condición de hacer un referéndum revocatorio con observación internacional.
«Si hay una recompensa muy grande y el Gobierno tiene cierto nivel de seguridad y de autoconfianza, podría aceptar esa oferta y correr el riesgo porque las condiciones que se le plantean son las ideales. Es el único escenario donde se ve una posibilidad que esto suceda», destacó, haciendo referencia a que no cree en la realización de los comicios generales del 21 de noviembre con garantías.
«El problema básicamente de todas estas negociaciones es que en el peor de los escenarios lo que se mantiene es el status quo que implica que el Gobierno sigue siendo Gobierno y que la oposición sigue en la oposición, lo cual vuelve tremendamente complicada la negociación para la detractores de Maduro porque es una oposición que termina siendo muy asimétrica y muy dispareja», agregó.