El exministro, es solicitado por presunto peculado doloso, asociación para delinquir y hasta financiación del terrorismo
Se prevé que la justicia italiana decida en un mes, si extraditará o no al expresidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA) y exministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, informó este 14 de septiembre su abogado defensor, Roberto De Vita, según reseñó EFE.
El pasado 14 de julio, el ministro para la Comunicación y la Información, Freddy Ñañez, anunció que la Corte de Apelaciones de Roma, aceptó la solicitud hecha por Venezuela de extraditar a Ramírez, quien es solicitado por presunto peculado doloso, evasión de procedimiento licitatorio, asociación para delinquir y financiación del terrorismo, delitos estipulados en las leyes italianas.
El procurador de Roma, Luigi Giuliano, emitió un comunicado para entonces donde expresó que el Fiscal General de la Corte de Apelaciones, Roberto Cavallone, dio el visto bueno a la petición de Venezuela.
De acuerdo al texto, el fiscal desestimó la defensa de Ramírez y determinó que su caso no está vinculado con persecución política porque hizo «daño para la República Bolivariana de Venezuela».
«Parece necesario» que Venezuela «asegure los tiempos y métodos para el desarrollo del proceso penal y la detención cautelar», reza el texto.
Dos días después, Roberto De Vita aclaró ante la opinión pública que la justicia italiana emitió un dictamen y no un fallo.
«Por el momento, solo se ha emitido el dictamen del fiscal general adjunto de la Corte de Apelaciones, quien, desconociendo las resoluciones de Naciones Unidas, la Unión Europea y los procedimientos de la Corte Penal Internacional, ha emitido un dictamen favorable sobre la extradición de una víctima política a un país ya condenado por gravísimas violaciones a los derechos humanos», manifestó para entonces el abogado de Ramírez.
Sin embargo, este martes el fiscal general adjunto de la Corte de Apelaciones después de escuchar a la defensa del exministro decidió «pedir una sentencia contraria», destacó De Vita, haciendo referencia a que se desarrolló una «audiencia larga» pero «sobre todo intensa por los argumentos tratados y el debate».
