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Conozca las claves que explican qué hay detrás de la peor masacre carcelaria en Ecuador

Al menos 116 fallecidos y cerca de 80 heridos, todos presos en la carcel de Ecuador

Con el saldo de 116 muertos y cerca de 80 heridos, el último enfrentamiento entre bandas rivales en el Centro de Privación de Libertad Número 1 en Guayaquil, se convirtió en el más sangriento de la historia carcelaria de Ecuador.

Debido al cruel episodio, que incluyó decapitaciones y mutilaciones, llevó al presidente Guillermo Lasso a declarar el Estado de Excepción en todas las cárceles del país.

Cabe mencionar que esta no es la primera matanza ocurrida en cárceles ecuatorianas, algo que los expertos adjudican a la creciente actividad del narcotráfico en el país.

116 muertos y 80 heridos deja la masacre en Ecuador

En la mañana de este jueves las autoridades reanudaron el control “total”, según el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas privadas de libertad y Adolescentes Infractores (SNAI).

En los centros penitencirios ecuatorianos operan varias bandas delictivas y cada una de ellas busca hacerse con el máximo poder de las cárceles y están ligadas al narco mexicano.

“Una es la megabanda de Los Choneros, que está ligada al Cártel de Sinaloa; otras son los Tiguerones, Los Lobos y Los Largartos, que están ligadas al Cártel de Jalisco Nueva Generación”, le dice el coronel Mario Pazmiño, exdirector de inteligencia militar y ahora analista en seguridad y defensa.

Asímismo Pazmiño señala que las bandas necesitan mantener el control, especialmente en las cárceles de Guayaquil, pues ahí está la principal ruta y el punto de partida: el Golfo de Guayaquil y el Puerto de Guayaquil.

Pazmiño recuerda que como en Guayaquil operan tanto el Cártel de Sinaloa como el de Jalisco Nueva Generación, cada banda asociada “necesita atemorizar” a su rival.

Decapitación y mutilaciones se género en la cárcel en Ecuador

“Necesitan establecer un control territorial y eso lo hacen a base de fuego y sangre. Esta situación no sólo se ve en las cárceles, sino que es un reflejo palpable de lo que se vive en algunos barrios de la ciudad de Guayaquil, en los que se ven combates permanente por el otro problema: el microtráfico”.

El coronel Mario Pazmiño asegura que, 15 años después, no sólo todavía es así, sino que la corrupción se ha intensificado.

“Hace 15 años no había una penetración tan grande del crimen organizado transnacional en el país. Creo que este tipo de acción en el sistema carcelario se ha incrementado por la presencia de las megabandas que controlan directamente el sistema carcelario”, afirma.

Si bien se ha reducido con respecto a años anteriores, el hacinamiento sigue dificultando la adecuada gestión de las cárceles ecuatorianas.

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