Entre estas necesidades está la de una buena higiene desde el nacimiento de la mascota. Aún así, es importante conocer las particularidades que tiene
La higiene de un perro es tan importante como la alimentación, el adiestramiento y otros aspectos básicos para su desarrollo. El crecimiento de un cachorro y los hábitos saludables que debe mantener a lo largo de la vida dependerán en gran medida del cuidado y la atención de su tutor, por lo que es fundamental que tenga claras las necesidades principales del canino.
El factor principal a considerar es la prevención de enfermedades en las primeras semanas de vida. Una de las más comunes en los caninos es la del moquillo, una enfermedad de origen vírico que afecta a las mascotas de cualquier edad.
No obstante, son los cachorros los que tienen una mayor exposición al moquillo, ya que el sistema inmunitario no está lo suficientemente desarrollado. Bañar a un perro con agua y jabón antes finalizar su calendario de vacunas es un gran riesgo, pues puede exponerse a un exceso de frío y, en consecuencia, contraer enfermedades como el moquillo.
Por lo tanto, puedes bañar a un cachorro a partir de las 12 semanas de vida. A los tres meses es cuando debería haber terminado el periodo de vacunación, por lo que su organismo ya debe estar preparado con defensas suficientes para que pueda bañarse sin exponerse a grandes riesgos para la salud. El calendario de vacunas en caninos se inicia a las 8 semanas de vida y, en algunos casos, puede alcanzar las 15 semanas, por lo que toda precaución será beneficiosa para la salud del cachorro. A partir de las 12 semanas puedes bañarlo, pero procura secarlo con toalla y secador (a una distancia prudente de 30 centímetros del perro) para evitar resfriados peligrosos a una edad tan corta.
Frecuencia del baño
Después de bañar por primera vez a tu perro, la frecuencia ideal para su salud y para mantener una higiene correcta es bañarlo 1 vez al mes. Es decir, el máximo es de un baño por cada mes con un champú específico para cachorros y agua templada.
Es importante que el primer baño haya sido una experiencia positiva para la mascota. De lo contrario, será difícil bañarlo en los siguientes baños, especialmente en edad adulta. Algunas razas requieren cuidados diferentes para su pelaje y su piel, así que asegúrese de conocer bien las necesidades de su mascota.
Champú para cachorros: ¿cuál es mejor?
Todos los champús especiales para cachorros suelen estar hechos con ingredientes suaves para cuidar el pelo y la piel, ya que en los primeros meses de vida, estas son partes muy delicadas del cuerpo canino. Todos son adecuados si llevan incorporados este extra de suavidad e indican en su etiqueta que son para cachorros, pero el mejor de todos es el champú de avena para cachorros. Te recomendamos que bañes a tu cachorro con champú de avena. Contiene propiedades muy beneficiosas para su salud: es calmante, anti-irritante e hipoalergénico. También contiene fósforo en su composición, lo cual ayuda a que los baños sean más relajantes.
Los principios activos de la avena actúan para proteger las defensas de la piel sensible del cachorro y la mantiene hidratada. Este champú es antiséptico y purificante, contiene minerales, proteínas (que protegen y reparan las fibras capilares interiores de la dermis), lípidos, carbohidratos y oligoelementos que suavizan el agua.
Cómo bañar a un cachorro – consejos
Ahora que ya sabes cuándo se puede bañar a un cachorro, así como la frecuencia y el mejor champú para hacerlo, quedan por conocer algunos trucos para hacer de la experiencia un momento agradable tanto para el perro como para ti.
- Usa agua caliente : la temperatura debe alcanzar los 39 °C aproximadamente, es decir, la que tiene el cachorro en el interior de su cuerpo.
- Utiliza una bañera pequeña : opta por una palangana, la pila del lavabo o cualquier otro lugar más acorde a su tamaño que el de las bañeras de los seres humanos.
- En épocas de frío, dale baños secos : existen productos específicos para bañar a perros en seco, es decir, sin necesidad del uso de agua y jabón. Estos productos se eliminan tras su aplicación con un cepillo. De esta manera, podrás prevenir resfriados en tu cachorro y mantener una buena higiene en etapas con temperaturas gélidas como el invierno.
- Baños y juegos : convertir la zona en la que lo bañas en un lugar de juego será más gratificante para tu mascota. El uso de muñecos y juguetes de goma para distraerla durante el aseo te facilitará la tarea.