Resonancia Schumann se ve afectada por el 5G, y el HAARP

La Frecuencia Schumann, el gran circuito eléctrico de nuestro planeta que constituye parte de nuestra percepción extrasensorial (PES)

Entre la superficie de nuestro planeta y la parte baja de la ionosfera, viajan las ondas electromagnéticas. Las limitadas dimensiones terrestres provocan que esta guía de onda actúe como cavidad resonante para las ondas estimuladas por relámpagos.

Esta parte específica actúa como un resonador cuya longitud es comparable al radio de la tierra, y sus armónicos tienen longitudes que se ubican aproximadamente en 60 Hz de la longitud de onda fundamental en la banda, conocida como “frecuencias extremadamente bajas” (ELF) por sus siglas en inglés.

Cabe destacar que también influyen las redes de transmisión eléctrica en zonas donde se emplea corriente alterna en esa frecuencia.

Un resonador es un sistema que oscila naturalmente en frecuencias llamadas resonantes y esto es lo que se conoce como Frecuencia o Resonancia Schumann (RS), distinguida en la Física como “Onda transversal magnética”

Éstas son provocadas por la actividad eléctrica de la atmósfera. Sus variaciones nos permiten monitorear el clima, la actividad del sol, asociadas a eventos naturales como sismos, huracanes, y en la salud de los seres humanos.

El Dr. Winfried Otto Schumann, en 1952 presentó el primer modelo teórico de que las ondas Schumann vibran en la misma frecuencia que las ondas cerebrales de los seres humanos: a 7,8 Hertz (ciclos por segundo), con las ondas alfa del cerebro humano y con los estados theta.

Por lo tanto si la frecuencia acelera, como lo ha venido haciendo los últimos años, se siente que el tiempo va con más rapidez, y que las cosas ocurren a mayor velocidad.

Cómo afectan las ondas Schumann en los seres humanos?

La constante fluctuación de la vibración de la tierra afecta directamente al ser, aumentando o disminuyendo su vibración normal, variando su frecuencia según donde se desenvuelva su vida, bien sea cerca de lagos, ríos o mares se estima que la frecuencia es más alta y varía hacia las cordilleras, desiertos u otros.

Se considera que el carácter de las persona también se ve alterado con las altas y bajas frecuencias, en las que existiría una expansión elevada de la conciencia, donde las personas perderían el miedo.

Esto significa que como raza, estamos evolucionando, y se relaciona con un despertar paulatino, la capacidad de intuición y que nuestras generaciones desarrollen más el potencial para la sanación de forma mental, la telepatía entre otros, que ya en sí poseemos pero que continúan algo adormecidas. Los mayas y los hopi, entre otras culturas milenarias lo han venido anunciando a través de la historia.

Las ondas cerebrales se relacionan con distintos tipos de estados de conciencia y forman parte de nuestra vida

Albert Einstein exponía; “Todo en nuestra vida es vibración” . Todo a nuestro alrededor es conexión, todos estamos conectados como seres de energía, sintonizados con el universo en sí.

Las ondas cerebrales se relacionan con distintos tipos de estados de conciencia y forman parte de nuestra vida diaria, nuestros pensamientos, estados emocionales, salud, entre otros y que comprenden nuestra vibración personal.

Desafortunadamente, los avances y descubrimientos tecnológicos nos han separado del hábitat natural y la conexión con este, así las frecuencias adicionales a la que hemos estado expuestos a lo largo de la historia, han cambiado ese pulso natural de la tierra y por ende la de sus habitantes.

Cómo afecta el 5G, y el HAARP a la Resonancia Schumann y al ser humano

Los efectos dañinos de la radiofrecuencia han sido ya comprobados y científicos han investigado y descrito que la exposición a las ELF (frecuencias extremadamente bajas) por el 5G, son un riesgo para la vida biológica, ya que modifican las frecuencias vibratorias naturales de los seres vivos, provocando graves disfunciones en el ser humano.

Incluso antes de ser lanzada la 5G, docenas de peticiones y apelaciones de científicos internacionales, incluida la apelación de Freiburger firmada por más de 3.000 médicos, pidieron el cese de la expansión de la tecnología inalámbrica y sus nuevas estaciones.

En el 2015, más de 215 científicos de 41 países, comunicaron su alarma a las Naciones Unidas (UN) y a la Organización Mundial de la Salud, indicando que “numerosas publicaciones científicas recientes han demostrado que los campos electromagnéticos (CEM) afectan a los organismos vivos a niveles muy superiores a los que establecen la mayoría de directrices internacionales y nacionales”.

Los efectos dañinos de la radiofrecuencia han sido ya comprobados, alteran la estructura genética y celular

Más de 10.000 estudios científicos revisados demuestran daños a la salud humana, afectando nuestra mente, la estructura genética y celular, los ciclos del sueño, emociones, altera el ritmo cardiaco, el metabolismo, genera cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes, deficiencia del esperma, abortos, autismo, asma entre muchos otros daño, incluso va mucho más allá de la raza humana, afectando fauna, y flora. Eso con las antenas 5G terrestres.

Ahora imagina lo que significaría el despliegue de decenas de satélites 5G tanto en la ionosfera como en la magnetosfera, emitiendo señales moduladas a millones de vatios y millones de frecuencias, es probable que altere nuestro entorno electromagnético más allá de nuestra capacidad de adaptación.

Ya hay más de 100 satélites que han brindado servicios de telefonía 2G, 3G, y 4G en órbita baja desde 1998 y la 5G es cualitativamente y cuantitativamente diferente a la 4G.

Agregar los satélites 5G contaminaría aún más el circuito eléctrico global y alteraría la Resonancia Schumann con la que ha evolucionado la vida en el planeta tierra; aun así Starlink, una de las tantas empresas de Elon Musk ya tiene en órbita 1.700 satélites de los 42.000 que quiere lanzar para que el mundo goce de internet satelital 5G.

Hasta ahora, el desarrollo de esta tecnología las han llevado a cabo empresas privadas y gobiernos, mientras que científicos de renombres que han documentado efectos biológicos en humanos, animales, insectos y plantas, dando así a conocer las consecuencias alarmantes sobre la salud y el medio ambiente en miles de estudios revisados por expertos han sido ignorados.

Hasta ahora, el desarrollo de esta tecnología las han llevado a cabo empresas privadas y gobiernos

Mientras tanto la tecnología HAARP

El Programa de «Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia» con fines de estudiar la ionosfera, instala una serie de antenas que tienen la capacidad de hacer radiotransmisiones de alta frecuencia, estas transmisiones son tan poderosas, que pueden modificar una zona de la ionosfera, al ser excitada por este instrumento.

Estas ondas pueden manipularse intencionalmente en frecuencia o en su forma con diferentes fines. Cualquier modificación puede ser buena, y saludable o totalmente lo contrario, constituyéndola un arma sofisticada, ya que por medio de su creación artificial, la resonancia podría interferir en los procesos psíquicos y físicos de los seres vivos, en el ritmo vibratorio de nuestro medio ambiente como en la salud tras la manipulación de la ionosfera con la tecnología de este programa.

HAARP está operativo en Gakona, Alaska y en la actualidad está denunciado por varios activistas ecológicos y grupos científicos por ensayar con modificaciones de Resonancia Schumann, la cual constituye quizá el apoyo de un proceso de percepción extrasensorial de tipo radar para todos los seres vivos.

En febrero de 1998, respondiendo a un informe de la Sra. Maj Britt Theorin miembro del Parlamento Europeo por Suecia, el Comité del Parlamento Europeo de Política de Relaciones Exteriores, Seguridad y Defensa, mantuvo audiencias públicas en Bruselas en relación al programa HAARP.

HAARP está operativo en Gakona, Alaska y en la actualidad está denunciado por varios activistas ecológicos

«Moción para Resolución» sometida por el Comité al Parlamento Europeo:

«Considera al HAARP… en virtud de su profundo impacto sobre el medio ambiente como una inquietud global y apela a que un cuerpo internacional independiente examine sus implicaciones legales, ecológicas y éticas… ; El comité lamenta la repetida negativa de la Administración de los Estados Unidos… a prestar evidencia a la audiencia pública sobre los riesgos medioambientales y públicos del programa HAARP.»

La solicitud del Comité de que se redactara un «Libro Verde» sobre «los impactos medioambientales de las actividades militares», sin embargo, fue rechazada sobre la base de que la Comisión Europea carece de la jurisdicción requerida para ahondar en «los lazos entre el medio ambiente y la defensa».

HAARP también conocido como («Arpa del Diablo») es tan controvertido como pernicioso, sus defensores alegan utilidad en el ámbito científico, geofísico y militar, mientras quienes discrepan, aseguran que puede tener consecuencias desastrosas transcendentales para el planeta, desde graves consecuencias en la ionosfera que nos protege de las radiaciones del sol y el espacio, hasta la manipulación de la mente humana.

Cuando nuestros campos electromagnéticos están en armonía tenemos salud psicológica y física, anteponer los intereses de grupos y negarse a aplicar el conocimiento científico relevante es inaceptable como derecho humano a la vida.

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