Se trata de una serigrafía de 56 cm de alto por 76 cm de ancho, cuya autenticidad fue certificada por la oficina Pest Control
La compañía Injective Protocol, quemó una obra del artista británico Banksy para transformarla en activo digital único, token no fungible (NFT por sus siglas en inglés).
El organismo que adquirió la serigrafía ‘Morons’ en una galería neoyorquina por casi 100.000 dólares y le prendió fuego en un local no identificado de Brooklyn, Estados Unidos (EEUU) informó que con esta acción exploraran nuevos medios de expresión e incentivaran a los entusiastas del arte y la tecnología.
«Vemos este evento ardiente como una expresión del arte en sí mismo», aseguró el ejecutivo de Injective Protocol, Mirza Uddin a través de la transmisión en vivo de la actividad a través de Twitter.
A su juicio, si no se hubiese quemado la obra, su valor se reduciría solo en la pieza física, mientras que eliminarla y dejar el NFT garantizará que nadie la altere.
«Recreamos por completo en el código de contrato inteligente la pieza física y sus especificaciones, como el número de la réplica, nadie podrá alterar el arte digital de ninguna manera», reiteró.
Explicó que la elección de la obra de Banksy, se debió a que el mismo artista incorporó en el pasado una trituradora apropósito su obra ‘Girl With Balloon’ para que se autodestruyera.
Pest Control -oficina que gestiona el legado de Banksy- certificó la autenticidad de la obra quemada, una serigrafía de 56 cm de alto por 76 cm de ancho, siendo la número 325 de las 500 réplicas existentes.