Animales como aves y peces quedan embadurnados con esta sustancia que les produce intoxicación
El petróleo que puede caer al mar desde un buque cisterna por accidentes o roturas del casco contamina el agua y provoca graves catástrofes ecológicas. Al derramarse, el petróleo crudo queda flotando en la superficie marítima y como consecuencia impide la entrada de radiación solar al océano, además de detener el proceso de intercambio de gases con la atmosfera.
La falta de luz no permite que el fitoplancton, las algas y otros vegetales marinos realicen la fotosíntesis; por lo tanto no pueden alimentarse y mueren, cortando el primer eslabón de la cadena trófica. Por otro lado, animales como aves y peces quedan embadurnados con esta sustancia que les produce intoxicación.
Estos procesos generan una gran mortandad de especímenes marinos, vegetales y animales. Además, parte del petróleo desciende hasta el lecho oceánico, donde elimina los arrecifes coralinos y otros organismos que también intervienen en el proceso de alimentación, lo que agrava el problema.
¿Cómo se controlan las mareas negras?
Las mareas negras, manchas de petróleo que se forman cuando el crudo se derrama desde un buque y es arrastrado por las corrientes, se controlan a través de ciertos barcos denominados Skimmers, que cuentan con dispositivos especiales para recorrer el hidrocarburo, que es previamente compactado utilizando barreras flotantes, grandes aerosoles de agua calientes y absorbentes químicos.