Córdoba en un comunicado responsabilizando a sectores de la ultraderecha de América Latina de una campaña de desprestigio
La exsenadora colombiana Piedad Córdoba solicitó ante la Fiscalía y al Tribunal Supremo de Justicia que la investiguen. Esto se debe a un informe presentado por un grupo de diputados ecuatorianos en el que se relaciona a Córdoba con Alex Saab.
Córdoba difundió un comunicado responsabilizando a sectores de la ultraderecha de América Latina de una campaña de desprestigio contra la izquierda.
«En ese marco deben interpretarse las infundadas acusaciones contra mi trayectoria política y mi ámbito familiar. Su política es infundir miedo ante las transformaciones que se vislumbran para vender una falsa sensación de seguridad», señaló.
Aseguro que tras años de vigilancia por parte del Estado «nunca han encontrado nada indebido».
«Jamás negué que conozco a Alex Saab, empresario que dentro de sus múltiples actividades desarrollaba emprendimientos comerciales que no estaban en ese momento cuestionados. Las relaciones que tuve con él se desarrollaron en escenarios enmarcados en la legalidad», recalcó.
Córdoba declaró que no solo emprenderá las acciones legales contra quienes la acusan, sino que solicitará a la Fiscalía de Colombia y al Tribunal Superior de Justicia que la investigue.
En dicho documento, se muestran detalles de una presunta trama transnacional de blanqueo de capitales. Esta involucraría no solo a Maduro, sino también a los expresidentes Juan Manuel Santos y Rafael Correa.
Un día después de que se emitieron estas acusaciones, la defensa de Saab negó que el empresario tuviera negocio alguno con los expresidentes Santos y Correa. Y destacó que ya fue sobreseída una causa al respecto en 2016.
Uno de los supuestos acontecimientos a los que hace referencia el informe es la firma en 2011 de unos convenios registrdos por los gobiernos de los entonces expresidentes Hugo Chávez y Juan Manuel Santos para levantar viviendas prefabricadas en Venezuela a través de la empresa Fondo Global de Construcción, propiedad de Saab y Pulido.
«Esta empresa no exportó una sola casa prefabricada de Ecuador a Venezuela, como era su objetivo, sino que fue una fachada. El objetivo era apropiarse de las reservas de libre disponibilidad de Ecuador. El objetivo del ‘chavismo’ era acceder a los dólares de la reserva ecuatoriana», muestra esta comisión.
El acuerdo se cerró el 28 de noviembre de 2011, cuatro días después de que se creara Fondo Global de Construcción que, a pesar de tratarse de una empresa de papel y no contar con experiencia en el sector, logró la licitación, tal y como lo publicó la revista colombiana ‘Semana’.