Las esperanzas del pueblo no pueden ser «sofocadas por la violencia», considerando los más de 30 muertos en manos de la represión
El Papa Francisco, solicitó este 3 de marzo la liberación de los presos políticos en Myanmar, donde el pasado 1 de febrero el general del ejército, Min Aung Hlaing, perpetró un golpe contra el presidente, Win Myint y la consejera de Estado, Aung San Suu Kyi.
Precisó que las esperanzas del pueblo no pueden ser «sofocadas por la violencia», teniendo en cuenta que hasta la fecha más de 30 personas han muerto en manos de la represión por parte de la policía y el ejército.
Es importante que el «diálogo prevalezca sobre la represión y la armonía sobre la discordia”, manifestó exhortando al ejército a bajar las armas.
El sumo pontífice -quien visitó Myanmar en 2017- pidió a la comunidad internacional no abandonar al pueblo porque los jóvenes merecen un futuro “donde el odio y la injusticia den paso al encuentro y la reconciliación”.