La vida de Hugo

Hoy amanece muy bueno el clima, con esta lluvia, la temperatura de mi ciudad, usualmente caliente ha caído cuando menos a 21 grados centígrados, eso me abrió ganas de hacer mis acostumbrados ejercicios de sibarita tropical, ya fui al súper y he comprado unas cuantas botellas de tinto, alguno para cocinar y el resto para tener en reserva en mi cava subterránea, la verdad como me costaba decidirme me traje varias marcas y cepas diferentes como para tener variedad, aprovechando la temperatura me he traído un vino de Oporto que es para subir el alma a cotas difíciles de creer, claro, de paso aproveche y compré dos  botellas de Brandy, una de Oporto y otro de Jerez, es que me gustan bastante.

Para completar mi tarde de jueves me he comprado el lomito de res más jugoso y tierno que encontré en la carnicería, casi que da pena cocinarlo, provoca comerlo crudo solamente de lo suave que se adivina ese corte. Como me gustan las recetas con cierto toque dulce lo voy a cocinar en salsa de manzanas, lo acompañaré con una ensalada mediterránea aderezada con mi receta especial de vinagreta a base de mostaza Dijon, miel de flores de azahar, vinagre de vino, un toque de vinagre balsámico y aceite de oliva extravirgen, por su puesto algunas finas yerbas, salpimiento y listo, ya está listo un excelente aderezo.

De postre voy a comerme una porción generosa de helado, ese de la marca rara, el alemán hagen daz creo que le llaman, mientras voy preparando este manjar para dioses me voy a ir tomando unas copitas de oporto para atemperar mi espíritu, algo de música ambiental y listo.

Toca explicarme, hoy jueves mi novia no estará haciéndome compañía y ya estoy harto de comer en los mismos sitios, ya me fastidia esto de tener que usar ropa de etiqueta a una hora donde lo que quiero es irme a descansar, de paso ahí uno se tropieza con toda clase de gente y mi hígado no está en condiciones para seguir bebiendo ese wisky de 18 años que todos los venezolanos se empeñan en tomar, en esos sitios a nadie se lo ocurre que un tipo como uno pueda disfrutar de unas copas de vino, toca hacer el paro y menear con el dedo índice un tal Buchanan´s 18 , sabemos que de las apariencias se vive y con clientes tan ávidos de gastarse los dólares uno no puede andar discutiendo, total, ya vienen las navidades y toca hacer las compras, menos mal que esta temporada estoy adelantado en eso de  los pasajes, me niego rotundamente a comprar los juguetes y ropa de mi hija por acá, es que hay mucha inseguridad y la verdad uno nunca sabe si lo que le venden a uno es original o es originalmente copiado de manera magistral por una corte de menestrales en india o china, guacala.

Aunque la cosa no está muy buena, me voy a escapar a Panamá, es más cerca y de paso me llevo a mi novia, así le puedo comprar el fulano reloj que tiene tiempo pidiéndome, un tal Gucci o Rolex, que fastidio con las mujeres y sus empeños, pero al final, como uno las quiere pues darle su regalito y algo más no me molesta, más bien me entusiasma llevarla del brazo a una tienda donde las vendedoras se mueren por atendernos, eso si es bueno, además un fin de semana de spa no nos cae mal a ninguno de los dos, de paso pues hablo con mi asesor financiero y le sugiero algunos cambios.

Aprovechando el viaje le voy a comprar a mi hija algo de ropa invernal pues tenemos planes de ir a esquiar en enero, cuando la avalancha de compromisos navideños baje, igual un fin en Suiza cae bien y ella disfruta un mundo la nieve, yo no tanto, pero al tercer Coñac ya me creo meteoro en esquí, claro, en la rampa infantil. Este año no pienso regalarle muchas cosas, si acaso una Tablet nueva, un Smartphone y las fulanas muñecas, pero como nunca se cual es cual se las comprare todas así por carambola seguro doy con la correcta sin tanto trabajo. Ya a mi familia les acomodé el fin de año en los Roques, con todo incluido más unas cuantas cajas de champán francés, nada de similes de marcas raras para festejar, es que sale baratísimo alquilar toda la posada y trasladarlos en mi Jet privado, así me dejo de inventos y los reúno a todos para celebrar, aunque pensándolo bien mejor llamo a mi jefe de transporte para que me alquile un avión extra para llevar los regalos que serán una sorpresa, ya tengo lista mi navidad. Mañana llega el tal decorador desde nueva york y me adorna la casa, debe llegar en la mañana y terminar ese mismo día, sin agite, solo para que mi hija se sienta cómoda con eso de las fiestas, en cambio a mí me harta todo este desbarajuste que toca sudar en enero, menos mal que tengo acá unas entrenadoras en mi gimnasio, así distribuyo mi tiempo como me da la gana.

Disculpen que no les cuente como terminó la cena, es que ya viene el enfermero, seguro que se dio cuenta que le robé el smartvaina al doctor y me estoy conectando desde allí, verdad que el aparato es arrechísimo. Saludos a todos de mi parte, firma Hugo desde el sanatorio del hospital central de Maracay, estado Aragua.

Si quieren saber más de las aventuras de Hugo acá pueden comprar la novela

José Ramón Briceño Diwan

2020

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