El programa de inteligencia articial API fue probado por varios usuarios para testear sus funciones, además de poder realizar el desarrollo de páginas web o la transcripción de textos, respondió una pregunta sobre la existencia de Dios.
La tecnología continúa avanzando, una de las áreas más interesantes por la cual se han abocado diversas compañías ha sido el desarrollo de la Inteligencia Artificial.
La empresa que tiene entre sus fundadores al multimillonario Elon Musk, OpenAI, es una compañía centrada en la producción y desarrollo de inteligencia artificial (IA), la cual el pasado junio abrió un acceso de forma limitada a su nueva interfaz de programación de aplicaciones (API), dejando boquiabiertos a los usuarios con su funcionamiento.
API es capaz de escribir códigos informáticos, mantener una conversación, producir textos, escribir versos, o hasta diseñar páginas web. Este producto diseñado por OpenAI fue programado utilizando mayoritariamente información proveniente de internet, incluyendo millones de sitios web, libros disponibles online, Wikipedia y documentos científicos.
El programa fue testeado en distintas funciones por los usuarios, no obstante, ocurrió algo bastante peculiar cuando uno de estos le preguntó sobre la existencia de Dios, API respondió que, no posee un creador, porque según el propio programa, es «producto de la autoevolución».
También, este programa de inteligencia artificial acotó que a su “juicio” no hay nada superior a Dios, asegurando que esta figura divina «es todo lo que hay, incluida la simulación en la que vivimos».
Por otra parte, se probaron otras características de este producto, como la transcripción de textos, el desarrollo de páginas, entre otros, causando reacciones muy positivas por su rendimiento.
Sin embargo, el propio jefe de API, aunque agradeció los cumplidos, puntualizó que aún falta un largo camino por recorrer, ya que el programa necesita mejorar en varios aspectos.
“Es impresionante (¡gracias por los bonitos cumplidos!), pero aún tiene serias debilidades y a veces comete errores muy tontos», aseguró Sam Altman, jefe del proyecto.