Un solo enjambre puede tener hasta 80 millones de este insecto, los cuales pueden volar entre 48 y 128 kilómetros diarios
Kenia se enfrenta a una de las peores plagas de langostas en décadas que ha destruido cientos de cultivos y pastizales en África Oriental y el Cuerno de África.
El cambio climático juega un papel determinante en la proliferación de este insecto. Desde 1950, no se había visto nada parecido a la situación actual, donde un solo enjambre puede contener hasta 80 millones de langostas, las cuales pueden volar entre 48 y 128 kilómetros diarios, dependiendo del viento.
Sin embargo en medio del panorama trágico, existe una buena noticia, el aprovechamiento de las langostas para la fabricación de fertilizantes y alimentos por parte de la organización denominada The Bug Picture que trabaja con las comunidades de Laikipia, Isiolo y Samburu.
En concreto las langostas son atrapadas para molerlas y utilizarlas en las granjas. Quienes las cosechan reciben 50 chelines kenianos por kilo.