Los templos fueron incendiados por manifestantes que exigen justicia por las víctimas de la represión del 18 de octubre de 2019
El gobierno de Chile condenó este 18 de octubre la quema de 2 iglesias en la capital del país por un grupo de manifestantes que salieron a las calles con motivo del primer aniversario del estallido social de 2019 en rechazo a la gestión de Sebastián Piñera.
Durante una rueda de prensa -reseñada por EFE- el ministro de Interior, Víctor Pérez, calificó el hecho como una brutalidad.
«El rechazo a la violencia debe ser firme y claro por parte de todos los sectores de la ciudadanía», agregó según la agencia, haciendo énfasis en que las diferencias tienen que ser resueltas a través de «mecanismos democráticos».
La Iglesia San Francisco de Borja -con más de un siglo y medio de antigüedad- utilizada por el cuerpo policial de Carabineros para ceremonias institucionales, fue la primera en arder en medio de los aplausos de los manifestantes que un año atrás fueron fuertemente reprimidos.
El segundo templo, fue la Iglesia de la Asunción con más de un siglo y medio de antigüedad.
El obispo Santiago Silva, presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, destacó que en democracia el pueblo se expresa mediante el sufragio y no «bajo las presiones del terror y la fuerza».
Los templos incendiados, se encuentran en los alrededores de la Plaza Italia, epicentro de las protestas que hace un año llamaron la atención de la comunidad internacional por la violación de los derechos humanos por parte de los Carabineros, los cuales no se veían desde el regreso de la democracia en 1990 tras la caída del dictador Augusto Pinochet.
Los chilenos exigen justicia para las víctimas de la represión.