El cardenal Jorge Urosa Savino, arzobispo emérito de Caracas, falleció este viernes 23 de septiembre a los 79 años de edad
El cardenal Urosa Savino se encontraba hospitalizado en la Unidad de Cuidados intensivos de la Policlínica Metropolitana de la ciudad de Caracas, por contagio de coronavirus desde el 30 de agosto.
La información se dio a cinocer por la Arquidiócesis de Caracas quienes informaron la tarde de este jueves que falleció el cardenal Jorge Urosa Savino, como consecuencia de la COVID-19. Las condiciones de salud del prelado, arzobispo emérito de Caracas, fueron delicadas durante toda su hospitalización, ocurrida el 30 de agosto, aunque algunos días presentaba signos de mejoría.
Monseñor Ricardo Aldo Barreto y el padre Carlos Márquez, obispo auxiliar de Caracas y vicario general, respectivamente, dieron información diaria sobre su estado de salud.
El 12 de septiembre, ante el agravamiento de la enfermedad, se hizo pública una comunicación firmada por el propio cardenal, fechada el 28 de agosto de 2021, en la que pedía que fuera publicada en caso de que su condición empeorara. En el texto indica que había recibido los santos sacramentos y a través de esa carta quería “hacer una breve declaración de amor a Dios y amor a la Iglesia, y de amor al pueblo de Venezuela”.
Expresó estar inmensamente feliz por su vocación al sacerdocio y por las bendiciones que Dios le dio en las altas responsabilidades en servicio de la Iglesia. También pidió perdón por las ofensas que pudo haber cometido, aunque nunca estuvo en su intención hacer mal a nadie.
“Expreso mi gran afecto al pueblo venezolano y mi entrega absoluta a su libertad, a sus instituciones, a la defensa a los derechos del pueblo frente a los atropellos que se hayan cometido por parte de los gobiernos nacionales. Y en esa actitud he estado siempre también actuando no por odio, ni por rencor, sino por la defensa de la libertad, de la justicia y de los derechos del pueblo venezolano. De manera, pues, que espero que Venezuela salga de esta situación tan negativa”, escribió en su carta.
Finalizó hablando de la unidad del episcopado venezolano y pidiendo bendiciones para la Iglesia de Caracas y de Venezuela.
Durante su largo ministerio sacerdotal, de más de 50 años, tuvo el cargo de rector del Seminario San José de El Hatillo y del Interdiocesano de Caracas, también asistió a muchas labores sociales mientras estuvo en parroquias, y se le recuerda especialmente en Maca, Petare, en el sector Casa de Tabla.
Cuando recibió la ordenación episcopal en 1982 fue obispo auxiliar de Caracas hasta que el Papa lo hizo arzobispo de Valencia, donde consolidó varias parroquias, impulsó la construcción de templos y construyó la nueva sede del Seminario de Valencia.