En el universo criptofinanciero a falta de bancos tradicionales existen los llamados Exchange, casas de cambio virtual
“Creo que Internet será una de las principales fuerzas para reducir el papel del gobierno. Lo único que falta, pero que pronto se desarrollará es un efectivo electrónico confiable”.
Milton Friedman.
Existen diversas razones por las cuales el sector bancario se encuentra en plena transformación, más de diez mil años, el mundo occidental tiene cultura transaccional bancaria fundamentada en el tercero confiable, esto hace que todos los que vivimos en esta parte del globo tengamos ideas dogmáticas y estructuradas sobre cómo funciona el universo económico, de hecho, la economía global giró en torno a los instrumentos bancarios hasta hace muy poco tiempo, hasta la aparición de una tecnología que permite fundamentar la reserva de valor FIAT en un activo intangible como es el Bitcoin sacudiendo modelos matemáticos de rendimiento e incluso de perdida que aún tienen mucho por estudiar, esto sucede porque la Tecnología reduce a dos una relación de valor que se fundamenta en la fuerza del elemento tecnológico intangible que empleemos es allí donde los Bancos Centrales aún se están levantando del sacudón de como el Bitcoin es una referencia de valor en el mercado.
En este particular, al no requerir el tercero confiable (banca) también ocasiona que estas pierdan un numero nada despreciable de ganancias por concepto de uso de plataformas, comisiones por cambio de moneda, comisiones por transacciones internacionales, la manipulación de las economías por motivos políticos queda de lado, solo por esta característica es complicado que los banqueros acepten la economía criptográfica sin hacer resistencia pues significa de alguna manera una ruptura de las mayorías a la dependencia de entidades externas a cualquier negocio posible, recordemos que a pesar de que los bancos son una herramienta indispensable para la cotidianidad global, en el mundo criptofinanciero pueden ser considerados casi un estorbo pues su estructura no permite que funcionen sin recurrir a grandes emolumentos que se pueden traducir en comisiones a todas las transacciones realizadas por sus distintas plataformas, además la banca en sí misma es un negocio de amplia raigambre dentro del quehacer humano.
En el universo criptofinanciero a falta de bancos tradicionales existen los llamados Exchange, casas de cambio virtual con las que previa comisión (mínima por demás) permiten el libre intercambio de monedas virtuales sin que los malabares naturales de la banca fiduciaria.
A pesar de que se supone que las casas de cambio virtual (Exchange) son entes que existen para facilitar el libre intercambio de valores criptográficos entre usuarios , por lo que su funcionamiento ha de ser libre y sin las falencias que viene arrastrando la banca tradicional, hay algunas que aún no han entendido el modo en que deben funcionar, basta contrastar cómo funcionan otras casas de cambio virtuales globales para entender que el valor real de estas instituciones no está en ser garantes más que de facilitar los procesos y no de entorpecerlos como en efecto parecieran hacer las nacionales.
El problema parece estar en la manía del control, naturalmente los bancos (centrales o universales) , estos que trabajan con el dinero de los ahorristas y cuya responsabilidad usualmente está determinada por una póliza que permite a los ahorristas recuperar apenas una fracción de su dinero si por casualidad este quiebra, en el caso de los centrales el asunto es más complicado pues estos son los entes reguladores de la economía y que por muchas causas no siempre actúan de modo correcto, asunto que no siempre favorece a los ciudadanos.
Todo indica que los dueños de las Exchange locales no terminan de entender que sus negocios no tienen absolutamente nada que ver con la banca tradicional y en eso precisamente habita el germen de su poco éxito dentro del ámbito nacional, los rígidos controles amen de las altas comisiones con las que pechan sus transacciones hacen inviable para muchos utilizar sus servicios, en vez de adaptarse a la situación mantienen la visión de imponer un protocolo más allá de incrementar su capacidad de resolución a través de la tecnología evitando llegar a los estándares no solo internacionales sino además de vanguardia en razón de regtech que posee nuestro país a través de la SUNACRIP.
Las diferencias entre el funcionamiento de la banca y de cómo ha de funcionar un Exchange deberían estar lo suficientemente claras para todos, desde los ejecutivos que conforman las distintas gerencias y que por supuesto tienen el control de sus negocios digitales hasta aquellos que por razones desconocidas pretenden pechar con impuestos altos transacciones que en otras plataformas son no solo más económicos, también menos complicados, el negocio de los Exchange, si bien mantiene ciertas similitudes con la banca tradicional por aquello de ayudar en la fluidez de los valores para que estos puedan ser intercambiables en cualquier escenario transaccional, también deben estar claros que no son bancos, por tanto el control no va más allá de garantizar a sus clientes seguridad y accesibilidad a sus fondos.
Alwin Abreu / Director Ejecutivo AAB Asesorías Estratégicas
Asesore Estratégico asociado Moore GSF
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