Las obsesiones por ciertas partes del cuerpo o por determinados objetos son algo más habitual de lo que se cree
Los fetiches sexuales han existido desde la Antigüedad. Y si bien fueron un tema de tabú durante muchas décadas, en la actualidad, muchos ya no resultan tan extraños. Sin embargo, todo depende de la persona o de la pareja.
Aún así, primero aclaremos lo que es un fetiche: Es la desviación sexual que consiste en fijar alguna parte del cuerpo humano o alguna prenda relacionada con él como objeto de la excitación y el deseo. En la excitación erótica o facilitación y logro del orgasmo, a través del uso de una prenda u objeto por una parte específica del cuerpo.
Ursusagalamatofilia
La ursusagalamatofilia es una filia que consiste en vestirse como un animal de peluche o botarga. Aunque parezca extravagante y raro, se ha convertido en un fetiche muy popular y practicado.
En países como Estados Unidos existen grupos donde los integrantes van vestidos de este modo.
Salirofilia
Alugunas personas se preocupa por tener una buena rutina de higiene antes de tener relaciones sexuales; sin embargo, para otros, la higiene o el olor de un perfume puede no tener nada de erótico. Se trata de una parafilia o fetichismo sexual en el que aquellos que la padecen únicamente obtienen placer al ensuciar o denigrar a su pareja o amante pero sin que sufra daño físico
Por lo general, junto a este fetiche, se acompañan las fantasías de dominación y sumisión.
Infantilismo parafílico
Se refiere al fetiche de utilizar pañales y llevar a cabo comportamientos de bebés. Aquellas personas que lo tienen experimentan un gran deseo de ser tratados como niños pequeños.
Formicofilia
Este fetiche consiste en disfrutar sexualmente al tener insectos arrastrándose por el cuerpo. Las zonas favoritas de las personas que tienen este gusto incluyen los genitales y partes erógenas como los senos o el cuello.