Advierten que la biodiversidad autóctona corre peligro. Los expertos aún no saben cómo llegaron al país y a dónde se expandieron
Ceca de 17 especies exóticas de invertebrados, como babosas, gusanos, arañas y hasta ciempiés, fueron halladas en en parques y jardines de Buenos Aires, Argentina, representando peligro para la diversidad, teniendo en cuenta que pueden convertirse en plagas.
«La ciudad de Buenos Aires está plagada de estos invasores silenciosos que están en abundancia y aún no sabemos de qué manera han modificado los ambientes a los que han llegado», alertó -según reseñó Sputnik- el doctor Federico Agnolin, investigador del Museo Argentino de Ciencias Naturales, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnica (Conicet) y Fundación Azara.
Precisó que algunas de las especies encontradas, nunca habían existido en Argentina ni mucho menos en América del Sur. Además, se desconoce desde hace cuánto tiempo se encuentran en el país y hasta dónde se expandieron.
Ejemplificó el caso del gusano cabeza de ancla o Bipalium kewense, originario de Indochina que puede medir 30 cm y se alimenta de caracoles y lombrices, pudiendo afectar las especies autóctonas, así como la agricultura.
El doctor Elián Guerrero de la División Plantas Vasculares del Museo de La Plata, explicó que «la invasión se ocasiona porque, previamente, al instalarse y edificar, el humano destruyó los ambientes naturales. Entonces, estas especies aprovecharon estos ambientes degradados o transformados como jardines y plazas».
A su juicio una de las medidas para controlar el ingreso de estas especies, es frenar la entrada a Argentina de plantas exóticas.