Estudios revelan que el verdadero origen de la pandemia, podría hallarse en cualquier parte del mundo y no necesariamente en el país asiático
El SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19, circulaba en otros países mucho antes de la detección del primer caso en China.
Trascendió que el 12 de marzo de 2019 en Barcelona, España, el SARS-CoV-2 estaba presente en las aguas residuales.
A través de un comunicado, la Universidad de Barcelona (UB) informó para entonces que los «niveles del genoma SARS-CoV-2 coincidieron claramente con la evolución de los casos de COVID-19 en la población”.
Para llegar a esta conclusión, analizaron semanalmente las aguas residuales de 2 plantas de tratamiento, cuyos resultados arrojaron que la pandemia ya circulaba en la nación el 15 de enero.
En las aguas residuales de Brasil, también se detectó el nuevo coronavirus en noviembre de 2019 gracias a estudios efectuados en Santa Catalina.
Como si esto fuera poco, expertos de la Universidad de Milán, Italia hallaron a una mujer de 25 años contagiada en noviembre de 2019.
Aplicando dos técnicas diferentes sobre el tejido de su piel, detectaron -mediante una biopsia- la presencia de secuencias de genes de ARN del virus SARS-CoV-2, reseñó el diario regional L’Unione Sarda.
Estados Unidos (EEUU) no se escapa de la lista de naciones, donde el COVID-19 circulaba antes de ser detectado en China. Entre diciembre de 2019 y enero de 2020, se halló el ARN del SARS-CoV-2 en 106 muestras de donaciones de sangre.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU, declararon que los contagios podrían haber estado en la nación en diciembre de 2019, es decir, aproximadamente un mes antes del primer caso oficial anunciado el 19 de enero.