Una historia que no solo conmueve, sino que nos regala valiosas enseñanzas sobre procesos de cambio e innovación de las que podemos aprender
Cuenta la historia de William Kamkwamba, un joven de 13 años de Malaui que obtuvo grandes logros en su comunidad gracias a su ingenio.
El joven, interpretado por el actor keniano Maxwell Simba, nunca se dio por vencido e impuso su imaginación frente a los problemas diarios de su familia y vecinos entre ellos el hambre. Basada en una historia real. Es una de esas pelís inspiradoras, que no deja de lado la situación política y social del Malawi rural de principios de siglo. El realismo con la que está descrita la vida allí, consigue transmitir emoción.
El contraste de ese mundo y al que estamos acostumbrados, nos da mucho para reflexionar. Una película bella sobre la familia y la necesidad de luchar unos por otros…. El amor de madre «cuando me arranque un brazo para darte de comer entenderás lo que es ser una madre».
El papel de la comunidad en ella, es imprescindible, muestra los problemas de una sociedad fragmentada y la explotación por parte de los poderosos cuando consiguen dividirla.
No tengas miedo de fallar cuando no hay nada que perder, hasta lo más alocado cobra sentido. Una película que te dejará pensando.
Frente a la inactividad de un gobierno que deja morir a sus ciudadanos, surge la esperanzadora iniciativa de la mano de un adolescente. Lo que sin duda reivindica la esperanza frente a la adversidad, de allí el por qué tienes que verla.