Fue el programador estadounidense Ray Tomlinson quien envió el primer ‘email’ desde un laboratorio de Massachusetts, en 1971
El correo electrónico cumple 50 años este 2021 de su primera aparición, momento en que Ray Tomlinson, informático envió por primera vez un mensaje de un ordenador a otro y que se convertiría automáticamente en un hito histórico.
Ray Tomlinson, programador estadounidense quien trabajaba para Bolt Beranek and Newman (BBN), envió el primer ‘email’ de la historia desde un laboratorio de Massachusetts, en 1971. Cabe mencionar que dos años antes, esa empresa había desarrollado el sistema ARPANET (acrónimo en inglés de Red de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada), considerada la antesala de Internet.
En el año 1958, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos había iniciado el programa ARPA (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada) con el propósito de crear un sistema de comunicaciones que les permitiera tomar ventaja con respecto a la Unión Soviética en la Guerra Fría.
ARPANET era una red de computadoras dedicada al envío de datos militares en el que Tomlinson trabajaba con un equipo de programadores. Este ingeniero transformó la tecnología SNDMSG, una aplicación que permitía enviar mensajes a través de ARPANET entre usuarios de un mismo equipo, y la expandió para que se pudieran mandar a través de una red más amplia de equipos conectados.
Lo logró gracias a un programa complementario que además llevaba su firma, READMAIL. Este se utilizaba para leer los mensajes enviados mediante SNDMSG. De igual manera, creó un sistema de direcciones mediante el cual añadía el nombre de usuario delante de un símbolo hasta entonces en desuso, la arroba (@), seguido del nombre del equipo en cuestión.
Sin embargo, a pesar de que solo fue una prueba, Tomlinson logró que se convirtiera en un hito de la tecnología. La leyenda cuenta que el mensaje que escogió para estrenar lo que ahora conocemos como correo electrónico fueron las letras superiores del teclado en inglés, ‘QWERTYUIOP’. No obstante, este informático, quien falleció en 2016, nunca pudo recordar qué fue lo que escribió con exactitud, según ha indicado Google en un comunicado en el que celebra este hecho.
¿Por qué la arroba?
Debido a que se trataba de una idea novedosa Tomlinson creó un sistema de reconocimiento mediante el cual se mostraba el nombre del usuario que enviaba esos mensajes de texto.
Con el fin de darle identidad a estos directorios, instauró un sistema con el cual se utilizaba el nombre de estos usuarios que interactuaban por un lado y, por otro, el del equipo que recibía estos mensajes.
Para separar ambos términos, utilizó un símbolo poco común que formaba parte de estos teclados: la arroba. Hasta entonces, este símbolo no formaba parte del lenguaje informático, por lo que tenía la certeza de que podría ser útil en este ámbito y no daría lugar a error.