De la forma que decidas emplearlo, ya sea sobre la zona afectada o a través de la ingesta, traerá efectos sorprendentes a tu piel maltratada
El té verde, es un excelente aliado natural para el tratamiento del acné, debido a su poderoso efecto antioxidante.
Beberlo una vez al día, ayuda a reducir la producción de sebo en la piel, según un estudio de la Universidad de California, Estados Unidos (EEUU).
También se puede emplear como una solución tópica sobre la zona afectada en forma de compresa para eliminar las bacterias de la zona, reducir la inflamación y prevenir la aparición de manchas.
Además, esta milenaria bebida aporta lozanía, firmeza y previene el envejecimiento cutáneo, si se mezcla con miel o zábila en forma de mascarillas.
Como si esto fuera poco contribuye a moderar los niveles de insulina y azúcar en la sangre.