Sus beneficios van desde la aceleración del metabolismo hasta la reducción del nivel de cancerígenos, pero se debe moderar la ingesta
Aunque está comprobado que el consumo de comida picante trae muchos beneficios para la salud, como normalizar el peso, reducir el colesterol malo, controlar la presión arterial, bajar el nivel de carcinógenos y oxidantes, lo cierto es que la ingesta exagerada conlleva a la aparición de efectos secundarios negativos, advirtió para Sputnik la nutricionista Margarita Arzumanyan.
«Un estudio realizado con unas 4.500 personas en China descubrió que cuando las personas consumían unos 50 gramos de pimienta al día, se quejaban de deterioro cognitivo. Así que no todo es tan bueno con la comida picante», aclaró.
Explicó que la comida picante, está contraindicada cuando se padece de tos o cualquier otra enfermedad en fase aguda porque las sustancias, como capsaicina y piperina afectan a los receptores que normalmente se activan con temperaturas muy altas.
«Se envía una señal al cerebro y este percibe el picante como un aumento de la temperatura. En consecuencia, la circulación sanguínea y la transpiración aumentan y puede haber lagrimeo de los ojos y la nariz. Como el picante tiene un fuerte efecto irritante sobre las mucosas, las vías respiratorias superiores y la piel, está contraindicado cuando hay tos. Es mejor evitar la comida picante si se tiene cualquier enfermedad en fase avanzada», indicó.
Recomendó excluir la comida picante durante el tratamiento de las enfermedades gastrointestinales para no agravar la situación.
«Todas las recomendaciones para el tratamiento de las enfermedades gastrointestinales dicen ‘evitar la comida picante’. Es importante señalar que la comida picante no provoca úlceras gástricas o duodenales. No lo hace, pero puede agravar los problemas existentes», precisó.